Se realizó curso para formadores en prevención de abusos

Se realizó curso para formadores en prevención de abusos

El coordinador del Consejo de Prevención de la Diócesis de Rancagua, Pedro Pablo Miranda, señaló que para el 2019 el principal foco es la capacitación en la prevención.

 
Miércoles 05 de Diciembre de 2018
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Siete personas participaron entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en el taller “Cuidado y Esperanza” sobre prevención de abusos en la Diócesis de Rancagua para llegar a ser formadores. Esta capacitación se realizó en el Centro Mariápolis en Cunaco (Sexta Región) y su objetivo fue que más personas puedan dictar estos cursos de prevención en las distintas instancias diocesanas, con el fin de abarcar un universo mayor.

El coordinador diocesano del Consejo de Prevención diocesano, Pedro Pablo Miranda, señaló que para el 2019 el principal foco es la prevención. En ese sentido, el enfoque será capacitar a los agentes pastorales, secretarias y todos los que tengan alguna responsabilidad en las parroquias de la diócesis.

El taller se dividió en distintos módulos, cuyos ponentes fueron la hermana Verónica Santillán y Pilar Ramírez. Luego de dos jornadas de trabajo, en una de las cuales estuvo presente entregando una motivación el administrador apostólico, monseñor Fernando Ramos, se culminó con una Eucaristía.

Prevenir

“La capacitación en la prevención de abusos llegó para quedarse. Es una temática que se debe instaurar de forma permanente en las líneas de acción pastorales de la Iglesia. Ésta apunta a que las personas desarrollen la capacidad para notar ciertos tipos de conductas que tienen los abusadores, que no cuadran en una dinámica sana; para que la comunidad que está observando pueda denunciar, no como una condena, sino como un mecanismo para averiguar, investigar qué está pasando. A veces, puede que no sea nada, pero si lo hay se puede actuar rápidamente para evitar un daño mayor”, explica Pedro Pablo Miranda.

Además, enfatiza que cuando las comunidades se informan y tienen las herramientas adecuadas se pueden hacer responsables para advertir y prevenir situaciones que puedan ser constitutivas de abuso.

Cabe señalar que los participantes del taller “Cuidado y Esperanza” todavía no son formadores, pues están comenzado su instrucción, pero se espera que pronto puedan incorporarse a este servicio a la Iglesia.

Fuente: Comunicaciones Rancagua
Rancagua, 05-12-2018