Con el acompañamiento de unos cinco mil fieles, fue consagrado este domingo 4 de enero, en la solemnidad de la Epifanía del Señor el nuevo obispo de Arica, Mons. Héctor Vargas Bastidas.

La ceremonia, que duró poco más de tres horas, se celebró en la Catedral San Marcos de esta ciudad. Fue presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz y concelebrada por otros 20 obispos chilenos y dos pastores de Perú.

Mons. Vargas Bastidas, salesiano, sucede en el gobierno de la diócesis más septentrional del país a Mons. Renato Hasche Sánchez, jesuita, quien falleció el 24 de abril de 2003 mientras participaba en la 85ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, en Punta de Tralca.

El Padre Amador Soto, quien ejerció como administrador diocesano durante este tiempo, estuvo a cargo de la bienvenida al nuevo pastor. Luego de recorrer la historia cultural y religiosa de la diócesis, le animó a "abrir esta puerta nueva y descubrir para el mundo la riqueza espiritual de nuestra tierra".

Por su parte, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, dijo al nuevo obispo que el ministerio episcopal es un servicio a Dios y a los hombres, que "compromete vitalmente nuestra existencia en una entrega generosa". También lo exhortó a amar con amor de padre y de hermano, especialmente a los más pobres, los humildes, los que padecen enfermedades y dolencias, a los que están solos, a los presos abandonados y a los inmigrantes.

Fueron los hermanos del obispo, Jaime y Sonia Vargas Bastidas, junto a sus hijas (y sobrinas del pastor) Carolina, Loreto, Andrea y Fernanda, quienes llevaron hasta el altar la mitra, el báculo y las insignias episcopales.

Tras expresar su voluntad de ser consagrado obispo, se postró ante el altar en señal de abandono ante el Padre Dios. Luego recibió el libro del Evangelio, como signo de sumisión; el anillo episcopal como símbolo de fidelidad con la Iglesia; la mitra que representa la enseñanza; y fue ungido con el Santo Crisma.

En su mensaje a la comunidad, Mons. Héctor Vargas expresó su deseo de hacer de Arica su tierra de adopción. "La hermosa acogida que se me ha brindado y que agradezco de corazón no es sino el signo del gran aprecio y respeto que se tiene por la acción evangelizadora de la Iglesia", señaló.

Durante la ceremonia, fue leído un mensaje del Santo Padre Juan Pablo II para el nuevo Obispo. "Esfuérzate querido hijo en imitar nuestro ejemplo de la santidad del hombre de Dios, de tu congregación fundador y padre, a los fieles a ti encomendamos pastorear de tal modo que con decisión y fidelidad sigan día a día a Jesucristo, maestro de la vida", señala la nota pontificia.