COMENTARIOS de CINE

El Hijo

Emocionalmente devastador. Una seria advertencia para los padres de familia.

Trata de los estragos, angustias y decisiones que un adolescente con síndrome depresivo puede producir en sus padres y alterarles, radicalmente, la vida.  

Florian Zeller, laureado dramaturgo francés por su obra teatral EL PADRE - llevada al cine por él mismo en 2020 - maneja con gran agudeza, y sensibilidad, temas familiares donde alguno de sus miembros sufre algún problema mental. 

En EL PADRE (Anthony Hopkins) fuimos testigos de cómo a un anciano con Alzheimer se le alteraba la percepción del mundo y de los seres que lo rodeaban. Un proceso desquiciante escrito y tratado como tragicomedia.

Aquí asistimos al calvario de Peter (Hugh Jackman) un ejecutivo exitoso, casado por 2ª vez con Beth (Vanessa Kirby) y con un hijito de meses (Theo), cuya 1ª esposa Kate (Laura Dern) le informa que el hijo adolescente de ambos, Nicolás (Zen McGrath) sufre de un grave síntoma conductual.

La impotencia de la madre para lidiar con su hijo, induce al padre a llevarlo a vivir con él a su nuevo hogar. Pero el comportamiento de Nicolás aquí también es cada vez más errático, e impredecible. Beth teme por la seguridad de su bebé y opta por abandonar temporalmente la casa. 

Al igual que para su madre, a Peter le resulta imposible saber qué es, en verdad, lo que atormenta a su hijo. Sólo sabemos que vive sumergido en indescriptible angustia y que varias veces ha atentado cortarse las venas. 

Tras varios incidentes muy peligrosos, lo internan en una clínica psiquiátrica. Pero la desesperación del muchacho es tan grande que, contra el diagnóstico del médico, optan por retornarlo al hogar, y afrontar allí las nuevas consecuencias. 

El drama central lo viven el padre y la madre, expuestos a la fatal ENCRUCIJADA AFECTIVA de qué hacer con el hijo enfermo.

A lo largo de la historia de la humanidad, el momento crucial, y más difícil, ha sido el dilema de TOMAR DECISIONES. Al hacerlo nos lanzamos a un vacío del cual deberemos aceptar las consecuencias, sean estas felices o aciagas.

Y tal es el meollo trágico de esta historia. Un angustiado padre, y dos madres, sin saber qué camino tomar cuando un hijo adolescente, absolutamente confundido, solo quiere escapar de la vida.  

Buscando alguna posible luz, Peter visita a su propio padre (Anthony Hopkins), anciano millonario y egoísta de cuya tiranía pudo, cuando joven, salvarse de su propia crisis existencial.  

¿Cuál es el camino? ¿Qué podemos hacer, y/o es culpa de alguien?

El pulso lento y dialogado nos permite empatizar con la estupenda actuación de Hugh Jackman (candidato al Oscar) y de ambas esposas. El rostro impertérrito y los ojos del niño expresan a la perfección el impenetrable infierno psíquico de un maníaco depresivo.

ES TAN REAL COMO DOLOROSA. PARA VERLA CON MADUREZ Y COMPASIÓN.