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Un trío de actores de lujo para una cinta que no logra levantar el vuelo. ¿Experiencia fallida, exceso de realismo, carencia de lirismo? ¿Ambiciones desmedidas para una película que se transforma en una parodia de sí misma? Un poco de todo, tal vez. Vamos por parte.
El corazón del relato aborda a un multimillonario octogenario que siente no haber dejado nada trascendente en su vida. Como ve que el destino es inexorable y se aproxima la muerte, piensa en dos obras muy distintas: un puente que lleve su nombre o financiar la realización de una película que sea recordada por siempre. Abocado a la segunda tarea, compra los derechos de una exitosa novela y encarga a la reconocidísima cineasta Lola Cuevas -Penélope Cruz-, el guion y la producción del naciente proyecto cinematográfico.
La historia que se va a filmar requiere de peso actoral, por lo que contratan a los dos mejores actores del momento: el famoso actor de Hollywood Félix Rivero -Antonio Banderas- y el maestro y actor de teatro Iván Torres -Oscar Martínez. Ambos son dos extremos, bajo el punto que se les mire, y, bajo la conducción de Lola, deben desplegar sus mejores dotes artísticas e intentar mantener a raya sus impulsos radicales.
“Competencia oficial” configura, entonces, una película dentro de una película, porque lo que comenzamos a observar es el proceso de lectura y ensayos que anteceden un rodaje que se avizora arduo y tenso. Es tanto la exigencia de la directora como las almas de estos dos actores, aquello que va dibujando los conflictos y las pasiones presentes -en medio de los egos de cada uno y bajo una persistente presión- y que configuran, gracias al gran talento de los protagonistas, una caricatura que apuesta por exponer, al fin y al cabo, intimidad y humanidad.
Dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, esta coproducción Española-Argentina se queda a medio camino en un viaje que, por momentos, tiende a perder el rumbo. Ni siquiera las histriónicas y sólidas actuaciones del trío principal, donde sobresale Penélope Cruz, logran que el relato fluya y no sea solo una secuencia de sketches. Tanto estereotipo cansa, y también, por momentos, nubla el tema más interesante del guion que es la personalidad de cada uno de los actores, sus conflictos internos y externos, junto a los vértices que quieren representar en ellos.
Si bien resulta entretenida, es difícil entrar en profundidad. Es una comedia, cierto, pero contiene crítica y análisis, con ejemplos vivos de personalidades extremas aunque extrapolables a la vida real. El asunto es que la exageración -propia del género-, puede no permitir conectar con el fondo. Entonces el esfuerzo que se requiere es mayor y no siempre estamos tan dispuestos a realizarlo.
“Competencia oficial” se deja ver, sí, pero promete más de lo que finalmente entrega. Siempre será agradable ver a actores de esta categoría en pantalla y, por supuesto, nos sacan más de una sonrisa. Sin embargo, se advierte que el fondo no es solo eso y allí se produce la desconexión de la obra y tal vez su mayor tropiezo: una serie de situaciones tragicómicas unidas en un metraje unitario no necesariamente configura una película, pues a veces aquello se queda en solo en el intento.
FICHA TÉCNICA
Título original: Competencia oficial
Año: 2021
Duración: 114 minutos
País: España
Productora: Coproducción España-Argentina; Mediapro
Género: Comedia | Cine dentro del cine
Guion: Gastón Duprat, Mariano Cohn, Andrés Duprat
Fotografía: Arnau Valls Colomer
Reparto: Antonio Banderas, Penélope Cruz, Oscar Martínez, Irene Escolar, José Luis Gómez, Manolo Solo, Nagore Aranburu, Pilar Castro, Juan Grandinetti, Koldo Olabarri, Melina Matthews, Ken Appledorn, Karina Kolokolchykova, Daniel Chamorro, Stephanie Figueira, Xana del Mar
Dirección: Gastón Duprat, Mariano Cohn