Disponible en Netflix.
De las últimas películas de Liam Neeson esta es, quizá, la más flojita, aunque se salga un poco del molde típico al abordar una temática distinta a sus antecesoras. Esta vez, Neeson se transforma en Mike McCann, un rudo camionero que trabaja junto a su hermano Gurty -Marcus Thomas-, mecánico y veterano de la guerra de Irak que sufre de trastorno de estrés postraumático y afasia.
Al ser despedidos de su trabajo, responden una solicitud que busca choferes expertos en carreteras sobre hielo. El desafío no es menor, pues debido a una explosión en una mina subterránea en Manitoba, 26 mineros han quedado atrapados y la misión consiste en transportar equipamiento pesado para poder rescatarlos.
El líder de esta operación traslado es Jim Goldenrod -Laurence Fishburne-, un veterano conocedor de las pistas heladas que los contrata sumando a la joven Tantoo -Amber Midthunder-, para así conformar un equipo de tres camiones con similares características, cada uno independiente, para, de esa forma, prever y garantizar el éxito de la expedición. Las horas cuentan, la ventana de aire para la subsistencia de los mineros disminuye rápidamente y todo depende de la celeridad con que puedan llegar al destino.
Escrita y dirigida por Jonathan Hensleigh, “Ice Road” expone en sus 103 minutos una carrera contra el tiempo. Asimismo, la naturaleza no es el único obstáculo que estos arriesgados transportistas deberán encontrar en el camino. Es Abril, las carreteras heladas ya están cerradas porque se están descongelando y este permiso para usarlas es extraordinario en vista de la emergencia. Sin embargo, la verdad sea dicha, podríamos decir que lo anterior es solo el marco general de las dificultades, porque los mayores problemas provienen de una vertiente que no esperamos.
La película posee una tensión creciente. Los protagonistas salen de un problema para meterse en otro. Lo que parecía superado no es tal. Aquello que resulta fácilmente predecible se torna cierto, y solo gracias a giros argumentales casi sacados del fondo del sombrero, la película logra literalmente, mantenerse a flote y no sumergirse en un mar extenso y desaparecer completamente.
El atractivo de esta película es ver, una vez más, a Liam Neeson en un papel menor, y cómo se encarga de demostrarnos que, a pesar de todo, sigue vigente y puede sostener en sus hombros un relato que logra, al menos, mantener el interés. Y es que Neeson es magnético, irradia impronta, incluso cuando menos gestos realiza y cuando más le reducen su abanico actoral. Se transforma en el personaje, cualquiera que sea, e imprime su sello para mantenernos pendientes.
“Riesgo bajo cero” no resiste mucho más análisis. Es simple, casi básica me atrevería decir, pero funciona. Amplios entornos contrastan con la pequeñez expuesta en la arista más complicada del relato, que bien podría ser interesante de analizar pero sería un spoiler que, además, tampoco permitiría profundizar demasiado pues claramente no es la prioridad de esta cinta. Dejando pasar lo obvio, la película se deja ver y cumple con su función de entibiar una fría noche de streaming.
FICHA TÉCNICA
Título original: Ice Road
Año: 2021
Duración: 103 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Code Entertainment, Aperture Media Partners, Envision Media Arts, ShivHans Pictures, Solution Entertainment Group. Distribuidora: Netflix
Género: Acción. Thriller | Catástrofes. Supervivencia. Zonas frías/polares
Guion: Jonathan Hensleigh
Música: Max Aruj
Fotografía: Marcus James, Tom Stern
Reparto: Liam Neeson, Laurence Fishburne, Amber Midthunder, Holt McCallany, Matt McCoy, Martin Sensmeier, Matt Salinger, Paul Essiembre, Marcus Thomas, Lauren Cochrane, Gabriel Daniels, Bj Verot, Chad Bruce
Dirección: Jonathan Hensleigh