Santo del Día
Lunes 29 de Abril de 2024
Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia
Fuente: www.eucaristiadiaria.cl
1. Se me ha concedido la distinción de expresar unas palabras, en este solemne momento en que Copiapó quiere rendir a través de este Memorial, un homenaje de respeto y de reconocimiento de su dignidad a este grupo de hijos suyos.
- Este Memorial no es un simple monumento recordatorio de un triste capítulo del pasado, que quisiéramos cerrar.
- Este Memorial no pretende cubrir con un manto, para tapar y hacer que se olvide lo que nunca debió ocurrir.
- Este Memorial no es en modo alguno para encender o acrecentar sentimientos de rencor, de odio y de venganza -que nunca han existido- en los corazones de los familiares que tanto han sufrido.
- Este Memorial no pretende disminuir el dolor, el sufrimiento ni la frustración, tantas veces experimentada por los familiares. Existe si, en cada uno de ellos, una herida y una cicatriz que ciertamente siempre permanecerá.
- Este Memorial quiere ser el recuerdo permanente y afectuoso de estos 40 hermanos nuestros, cuyas vidas nunca debieron ser sesgadas.
Es hacer memoria y mantenerla viva para que, nunca más, en nuestra historia tengamos que avergonzamos de la forma en que un hombre eliminó a otro hombre.
2. En las primeras páginas de la Santa Biblia se nos narra la historia de dos hombres, hijos de un mismo padre, en que el veneno de la ambición y de la envidia, y el ansia de poder penetró y corrompió el corazón de uno de ellos, el cual agazapado en la oscuridad de la noche se lanza encima de su hermano y le golpea hasta matarlo. Es la simbólica historia de Caín y de su hermano Abel, tantas veces repetida a lo largo de la humanidad, tanto por personas, como por grupos humanos, y también por pueblos enteros que se van encima para apoderarse de los más débiles.
No queremos un mundo donde existan y se desarrollen otros Caínes. ¡¡Nunca más nuevos Caínes!!
Somos hijos de un Padre común, y estamos llamados a construir una tierra de hermanos, en que todo hombre logre siempre ser respetado, independientemente de su origen, de su ideología personal, de su cultura, de sus convicciones religiosas y de sus proyectos sociales.
¡Él es mi hermano! ¡Todo hombre es mi hermano!
3. Hace algunos años atrás, en 1990 fueron descubiertos en este Cementerio los restos de un grupo de 13 hermanos cuyos nombres están grabados en las piedras de este Memorial; en el Atrio del Templo Catedral se había colocado un gran lienzo que contenía solamente dos palabras: ¡¡Nunca más!!., decía.
Esto es lo que hoy mirando al futuro queremos también repetir: ¡Nunca más!, y que una actitud nueva ilumine todos los corazones.
Un pueblo no puede avanzar pasando por la orilla del camino y cerrar los ojos para tapar sus fealdades, sino que tiene que mirar su historia. No puede construir el futuro sin mirar el presente y también la realidad del ayer.
Este Memorial nos refleja una parte de la historia de Chile.
Nos hace ver, si, un punto oscuro y tenebroso, pero nos ayudará a avanzar hacia actitudes, comportamientos, estilos y horizontes nuevos.
4. Ciertamente en la vida, todos queremos la paz. Ella responde a unos de los anhelos mas profundos del corazón humano.
El Salmo 84 de la Santa Biblia nos expresa que ""la Justicia y la Paz se besan"". Pero llegar a la paz impone pasos que es necesario dar en el camino de la vida para así alcanzarla.
No se puede construir la Paz sin la VERDAD.
Las personas y los pueblos no pueden vivir en el engaño, ni en la mentira, ni ocultando la luz debajo de una alfombra.
Por ello en la vida siempre se requiere sacar y dar visibilidad a la Verdad. La Verdad es más fuerte que la muerte, y permanece para siempre.
En los tristes acontecimientos que ha vivido el país, lograr la verdad de lo sucedido con sus deudos es un derecho de los familiares.
Es también requerida por la misma sanidad ética, moral de la sociedad, para que en Chile ""¡Nunca más!"".; ayudará a oxigenar el país y a encender transparencia en este campo y en todos los ámbitos.
Lejos de ser un camino de venganza, la Verdad es igualmente un gran bien para los culpables, para los hechores, para que no se mantengan como ""hijos de la mentira"". Jesús nos afirma que el demonio es ""el padre de la mentira"". La Verdad les podrá ayudar a liberar la conciencia de tan terrible peso que llevan. ¡Queremos que también los culpables lleguen a ser otra vez hijos de Dios, y no sigan como hijos del demonio!. ¡que reconozcan su responsabilidad y pidan perdón!.
Y la Verdad ha de conducir necesariamente a la JUSTICIA.
La verdadera Justicia es un gran bien porque es dar a cada uno lo que corresponde; y por ello,
A los familiares les dispondrá el corazón para acoger mas ampliamente el don de la paz,
Para la sociedad entera significará el rechazo de la impunidad, y su disposición y con clara conciencia para que esos hechos no vuelvan a reiterarse;
Para los que reciban la sanción o castigo, como culpable será igualmente un gran bien, no por un afán de desquite social, sino la oportunidad que se les concede para entrar dentro de si mismos, de reconocer sus culpas, de pedir el perdón y de cambiar su corazón; es la oportunidad de poder "humanizarse" otra vez, de "nacer de nuevo".
La REPARACION no concluye con levantar este Memorial. Es mucho mas que esto.
Somos conscientes que hay algo fundamental que no se puede reparar, y son las vidas humanas que fueron arrebatadas, y es también el prolongado sufrimiento por tantos años de ustedes, los familiares que no se puede borrar.
Y es la sociedad entera también la que tiene que reparar, ya que estas muertes no fueron ejecutados por individuos particulares. sino que en ellos están directamente comprometidos diversos organismos e instituciones del Estado.
Y todo ello, la Verdad, la Justicia y la Reparación no concluyen en algo frío, sino que hará renacer la esperanza y seremos conducidos a llenar la gran aspiración del corazón humano, que es también la meta final de la historia: el abrazo del PERDON y del reencuentro FRATERNO. Se producirá así el beso estrecho de la Justicia y de la Paz.
Soy consciente que ese reencuentro fraterno es muy difícil porque significa también el Perdón, y el Perdón no se consigue con un simple propósito de la voluntad humana, sino que se requiere acoger la acción del Espíritu Santo.
Pero ese Espíritu de Dios está trabajando en el corazón de todas las personas -creyentes y no creyentes- y Él es el que hace posible que un día todos podamos reencontrarnos también en ese abrazo del perdón y de la hermandad.
El amor es la meta de la humanidad. Hemos sido creados por un Dios que es Amor, y hacia Él se encamina la historia, la creación entera y la humanidad toda. Ciertamente con muchos tropiezos, pero vamos caminando hacia ese gran encuentro final, donde habrá una mesa con cabida para todos: un Dios que es Amor y que a todos nos llama a su encuentro en el abrazo fraterno de hijos.
5. El profeta Isaías (Cap. 2,4): nos expresa el gran anhelo de Dios, que es de Justicia y de Paz plena, y en forma poética nos explica que: ""las espadas se convertirán en arados para abrir la tierra y las lanzas se transformaran en podaderas para segar los campos, y los árboles frutales, y que las naciones ya no se prepararán más para la guerra…"".¡¡Que distinto sería así el mundo y la sociedad, si todos los instrumentos de muerte, se pusieran al servicio de la vida, y de la dignidad de los pobres y postergados!!
Este Memorial sólido y de piedra quiere recordarnos permanentemente y con firmeza que somos hijos de la VIDA -o sea de Dios- y que con Él, y hacia Él que es la plenitud de Vida vamos caminando.
6. Queremos hoy entregar el sufrimiento de estos hermanos -que ciertamente no debieron ser ultimados- - Chile y cada persona merece otra cosa- y el de los familiares -esposas, madres, hermanos, hijos, hijas- uniéndolo al sufrimiento de Otro que había ""pasado haciendo el bien"", y que fue también condenado y atrozmente torturado sobre una Cruz, sin juicio verdadero, pero que al mismo tiempo es el Vencedor de la muerte.
Que la muerte de estos 40 hermanos de Atacama ayude a derrotar en Chile la brutal muerte de inocentes ¡Nunca más!. Cada uno de ellos estaba profundamente marcado por un gran e intransable ideal, por un afán de construir un mundo más humano, más fraterno, más compartido, más justo y solidario, y por ello, cada uno ha reflejado en sus anhelos algo de ese hermoso rostro de Dios.
7. En nombre de todos, en nombre de Copiapó, de los creyentes y de los no creyentes, en nombre de Chile, en nombre de la Iglesia y de todas las confesiones religiosas hoy pedimos perdón por todo lo que no hicimos -o lo hicimos débilmente- por defender la vida y por acompañar el sufrimiento de ustedes, los familiares.
Pedimos perdón también por todos los que por temor -o cegados por sus intereses- no quisieron ver y cerraron sus ojos, y callaron ante la herida infligida a otros hermanos.
Que el Cristo victorioso acoja a nuestros hermanos y que el mismo Cristo misericordioso ilumine las conciencias, abra los corazones y perdone a sus pobres victimarios, purifique el corazón de todos los que han atropellado la grandeza de Dios, presente en sus hermanos, los hombres y mujeres de esta tierra.
¡¡Y en nombre de Dios, NUNCA MÁS!!† Fernando Ariztía Ruiz, Obispo emérito de Copiapó
