“Siento mucha pena por la partida de mi padre Pablo, pero también alegría, pues se fue tranquilo y volvió a su casa, donde todos lo esperábamos. Lo recordaré y compartiré su legado de humildad. Siempre me dijo que no despreciara al necesitado, al más desvalido.Mi corazón está lleno de él, de su amor y de su cariño hacia el prójimo”, expresó Marioli Soto, catequistas de la parroquia San José La Unión, durante la misa de despedida del padre Pablo Fontaine sscc, realizada en el frontis del templo parroquial y que reunió alrededor de 200 personas.

La eucaristía fue presidida por el obispo de la Diócesis de Valdivia, Santiago Silva junto al obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce sscc, además contó la presencia del Superior Provincial de la Congregación de los Sagrados Corazones, Sandro Mancilla sscc, junto al párroco de San José de La Unión, Magín Vega sscc, entre otros religiosos SS.CC, representantes del clero de la diócesis de Valdivia, autoridades comunales, familiares y agentes pastorales de esta comunidad eclesial.

El padre Pablo falleció el pasado sábado 03 de febrero a los 98 años de edad en la casa provincial de la congregación en Santiago, pero siempre manifestó su voluntad de ser sepultado cerca de su querida comunidad de La Unión y siguiendo ese anhelo fue trasladado a esta ciudad.

Los unioninos le rindieron un cálido homenaje a una vida dedicada a la fe y al servicio a los demás. Entre ellos su propio alcalde Andrés Reinoso, quien destacó la predilección del padre Pablo por las personas más humildes: “Quiero pedirles, pero no como alcalde, sino como vecino, que sigamos honrando al padre Pablo siendo más solidarios con la gente que necesita, pasándole la mano a alguien que está caído”, expresó el alcalde de La Unión.

Pablo Fontaine: “Cura de mi Pueblo”
Un emocionado Luis Rodríguez, parroquiano de San José y amigo del padre Pablo, fue quien guió la eucaristía haciendo referencias a la canción, “Cura de mi Pueblo”, que retrata de alguna forma lo que significó este sacerdote para la comunidad de La Unión: “Es muy humano lamentar la partida de un ser querido, pero conociéndole a él, tenemos la profunda certeza de que está feliz en los brazos del Señor, el Dios que tanto amó y sirvió”, expresó Luis.

Después de los ritos iniciales y la liturgia de la Palabra, el Superior Provincial de los Sagrados Corazones, Sandro Mancilla sscc, agradeció las muestras de afecto hacia el padre Pablo y destacó en su homilía su vida espiritual: “Fue siempre un maestro espiritual, un pilar para mi ministerio y mi vida religiosa. Tenía una admirable vida espiritual, basada en la certeza del amor incondicional de Dios. Recuerdo su dedicación a la adoración diaria, a lo cuál nos invitaba permanentemente, pues fue un animador de la adoración. De las lecturas que escogimos para esta eucaristía todas las hicimos pensando en él, entre ellas el Salmo 103, que se refiere a la certeza del amor incondicional de Dios transmitida por el Padre Pablo.”

La vida consagrada al servicio y la alegría del Evangelio del padre Pablo, nacido como Raúl el 13 de junio de 1925, abarcó todas las dimensiones de su existencia. Su familia, especialmente su sobrina Lucía Fontaine, le rindió homenaje durante esta emotiva eucaristía. Lucía compartió sus recuerdos, describiendo a “Tío Raúl” como un confidente y un ejemplo de sencillez y coherencia con su voto de pobreza.

El párroco de San José de La Unión, Magín Vega sscc, guió el responso final, invitando a los familiares y amigos del padre Pablo a bendecir el féretro con agua bendita.

Por su parte el coro parroquial le rindió homenaje al Padre Pablo con una canción inédita, que llevaba su nombre y daba cuenta de su legado.

La eucaristía concluyó con una procesión que condujo al Padre Pablo Fontaine Aldunate al Cementerio Católico de La Unión, lugar de descanso eterno.

Fuente: Comunicaciones Congregación SSCC
La Unión, 06-02-2024