1. En los difíciles momentos que están viviendo nuestros hermanos del norte grande, tras el terremoto de ayer, nos unimos a la preocupación y al servicio que están prestando las iglesias locales de las diócesis de Calama, Antofagasta, Iquique y Arica.
2. Ante todo, elevamos al Padre nuestra plegaria por el descanso eterno de las personas que han perdido la vida, le imploramos la paz y el consuelo para sus familiares, y el pronto alivio de quienes han sufrido lesiones.
3. Con estremecimiento hemos visto las trágicas escenas de este nuevo movimiento sísmico. Queremos expresar nuestra cercanía hacia las familias que han perdido sus hogares y bienes. Agradecemos la preocupación desplegada por autoridades, organismos de voluntariado y diversas instituciones que han concurrido en ayuda de nuestros hermanos más afectados.
4. Invito a las comunidades de nuestra Iglesia a hacer un gesto solidario, colaborando en las misas de este fin de semana en una colecta especial y extraordinaria destinada en forma exclusiva para este propósito.
5. Para todas las personas de buena voluntad que quieran apoyar las iniciativas solidarias que se están emprendiendo en ayuda de las familias damnificadas que lo han perdido todo, ponemos a su disposición la Cuenta Corriente de CARITAS Chile número 000-00117-01 del Banco de Chile. Los dineros que allí se reciban serán destinados en forma inmediata a través de las redes de CARITAS en las diócesis y parroquias más afectadas.
6. En el mes de María que estamos rezando, invocamos la protección de nuestra Madre para las tierras más golpeadas por el terremoto, y confiamos a su intercesión nuestros ruegos y nuestra ayuda solidaria.
† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
Santiago, 15 de noviembre de 2007
