Los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile queremos expresar al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago y ex Presidente del CELAM, nuestra viva gratitud con ocasión de la presentación oficial del Documento conclusivo de Aparecida. Lo hacemos hoy, en el día en que el clero de Santiago se reúne con el Cardenal para celebrar su 74º cumpleaños, en la Catedral de Santiago.
1. El Documento es el fruto del espíritu de auténtica comunión y participación del Pueblo de Dios en América Latina y El Caribe. La Iglesia en Chile trabajó activamente el Documento de Participación; y ahora último, obispos y vicarios de pastoral de las diócesis de Chile, hemos dedicado intensas jornadas a la recepción del Documento y a estudiar los grandes temas que son una esperanza para todos en América Latina, en El Caribe y en Chile. Estamos convocados a ser una Iglesia de discípulos-misioneros alegres de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan Vida.
2. En este contexto de tanta gracia de Dios para la Iglesia y para el servicio a nuestros pueblos, lamentablemente en semanas pasadas se dio amplia difusión, con características de escándalo, a un artículo publicado en Brasil, que responsabilizaba al Cardenal Errázuriz de haber modificado en muchos lugares el documento emanado de la Conferencia de Aparecida, y de haberle entregado al Santo Padre Benedicto XVI un documento adulterado.
3. Nada más falso que esta acusación. El texto presentado al Santo Padre contiene las correcciones normales que no alcanzó a realizar la misma Asamblea; revisión que siempre se hace. Son correcciones de la puntuación, la ortografía y las citas, como también algunas mejorías de redacción. Esa tarea la llevó a cabo la Secretaría General del CELAM, sin alterar en nada el contenido de los párrafos aprobados por la Asamblea.
4. Tratándose de un documento tan relevante para toda la Iglesia, antes de su difusión se le entrega al Papa, de modo que pueda pedir la colaboración de los Dicasterios de la Santa Sede, expertos en las diferentes materias. Normalmente éstos postulan algunas modificaciones al texto, a fin de evitar formulaciones imprecisas o poco comprensibles. A veces también han enriquecido algún tema.
5. Las modificaciones que cabe constatar en el texto publicado del Documento conclusivo, y que no alteran la inspiración del documento y sus grandes líneas orientadoras, no son motivo para acusar a nadie, menos para sembrar dudas acerca del espíritu de comunión, de respeto y transparencia que siempre distinguió, en todo el proceso relativo a la Conferencia de Aparecida, al CELAM en sus relaciones con los obispos de América Latina, con el Papa y la Santa Sede.
6. Queremos expresar nuestra solidaridad y cercanía espiritual al Cardenal Errázuriz y agradecerle, ya desde su época de Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, todo lo que hizo para la realización de la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y El Caribe, abriendo un amplio espacio de participación y confianza, que invitaba a trabajar en profunda comunión. A él le agradecemos que nuevamente un obispo chileno, siguiendo el ejemplo y legado de Monseñor Manuel Larraín Errázuriz, haya guiado con sabiduría y bondad una reflexión tan urgente como necesaria en esta década inaugural del tercer milenio cristiano.
7. Nuestra gratitud se extiende a la presidencia y secretaría general del CELAM y a todos los delegados a la Asamblea, a quienes les debemos el Documento conclusivo de Aparecida.
8. Les guardamos un vivo reconocimiento al recordado Papa Juan Pablo II, que aprobó la realización de la V Conferencia; a nuestro Santo Padre Benedicto XVI, que honró a América Latina con su visita para inaugurar la Conferencia de Obispos y le regaló la sabiduría de su Magisterio; y también al Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, que presidió de modo fraterno y esperanzador la Asamblea de Aparecida. Para todos ellos, la Iglesia que peregrina en el Continente de la esperanza tiene solamente palabras de gratitud.
9. Por tanta gracia que Dios nos ha regalado con ocasión de la celebración de la Conferencia de Aparecida, no podemos menos que agradecer. Oramos para que el renovado Pentecostés que ha sido la Conferencia de Aparecida, desde su gestación, en su preparación y en su celebración, proporcione los frutos que encomendamos a la intercesión de María Santísima, ante Dios, nuestro Padre.
† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de la CECh
† Gonzalo Duarte García de Cortázar
Obispo de Valparaíso
Vicepresidente
† Ricardo Ezzati Andrello
Arzobispo de Concepción
† Cristián Contreras Villarroel
Obispo Auxiliar de Santiago
Secretario General
Santiago de Chile, 3 de septiembre de 2007
