Desde mi residencia en Rancagua, y aún convaleciente de una compleja operación a la columna, quiero señalar algunas consideraciones sobre la situación que afecta a los subcontratistas de CODELCO.
1. En el marco de las demandas laborales de subcontratistas de CODELCO, y en especial de la división El Teniente de Rancagua, en los últimos días hemos sido testigos de situaciones violentas muy lamentables.
2. Seguramente muchas de las demandas de los trabajadores corresponden a necesidades reales que se traducen en clamores justos. Seguramente también CODELCO está en condiciones de examinar esas demandas y ofrecer soluciones, con espíritu generoso, al menos a las peticiones más urgentes.
3. Siempre el diálogo es posible cuando las partes tienen buena voluntad y una disposición real a escuchar al otro. Sin embargo, los inusitados y violentos atentados incendiarios contra buses destinados a transportar trabajadores son una pésima señal que entorpece el diálogo y que, lejos de ayudar a la superación de los problemas, los empeoran. Más que por las pérdidas económicas de estos episodios y del conflicto, que ya son graves, nos preocupa la pérdida de confianza y las actitudes extremas.
4. Pedimos respetuosamente a los dirigentes sindicales, a los ejecutivos de CODELCO y a las autoridades, que privilegien las instancias de encuentro y diálogo, por sobre toda tentación de la violencia. Con Juan Pablo II recordamos que “
Chile tiene una vocación de entendimiento y no de enfrentamiento”. Éste es el único camino que mira al bien común de las personas y de la comunidad.
† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de la
Conferencia Episcopal de Chile
Rancagua, 27 de julio de 2007