Quiero informar a la opinión pública que un grupo de trabajadores de la empresa CORONA han ocupado ayer la Catedral de Copiapó en demanda de reivindicaciones salariales. Como Obispo diocesano, en estos momentos en reunión de la Conferencia Episcopal de Chile en Santiago, quiero expresar lo siguiente:
1. Hemos conocido las demandas que los trabajadores formulan, ya que a petición de ellos he prestado el servicio de mediar para establecer una mesa de diálogo entre las partes. Con la empresa he tomado personalmente contacto en tres ocasiones para intentar dicho diálogo.
Creemos que sus organizaciones representativas y sus dirigentes tienen el derecho a plantear sus inquietudes, y que ello debe hacerse en un clima de respeto.
2. Nos parece que las instancias de diálogo y negociación que la ley determina son el mejor vehículo para llegar a un acuerdo entre ambas partes.
3. Nos preocupa que los dirigentes hayan querido utilizar la toma de un recinto sagrado, como es nuestra Iglesia Catedral, casa de oración y casa de todos, como herramienta de presión para hacerse oír ante la empresa con la que tienen el conflicto. Y nos parece también grave que, además, hayan iniciado una huelga de hambre, con los riesgos que ello supone para la vida humana. Les instamos a deponer ambas actitudes.
4. Al mismo tiempo, solicitamos a los ejecutivos de la empresa CORONA, y a las autoridades que corresponda, su mejor disposición para reanudar el diálogo con los dirigentes laborales y buscar con buena voluntad la solución al problema que ha suscitado esta dolorosa situación, prolongada más de la cuenta.
5. El Obispo y sus colaboradores en la Iglesia de Atacama han estado y seguirán estando dispuestos a facilitar el diálogo y el encuentro, en un plano de respeto y sin ningún tipo de medidas de fuerza.
† Gaspar Quintana J., CMF.
Obispo de Copiapó
Santiago, 12 de junio de 2007