Sínodo de Obispos sobre la Eucaristía, fuente y cumbre de la Vida y de la Misión de la Iglesia
Como culminación del Año de la Eucaristía, se está realizando en el Vaticano, el Sínodo de Obispos sobre la Eucaristía, el cual fue convocado inicialmente por el Siervo de Dios, Juan Pablo II, y reconfirmado por el Papa Benedicto XVI, quien lo inauguró solemnemente con una Misa el Domingo 2 de Octubre y ha estado presente en la mayoría de sus sesiones (llamadas “congregaciones generales”). Será clausurado el Domingo 23 con la Eucaristía en la Plaza de San Pedro, en la que el Papa canonizará al P. Alberto Hurtado, junto a otros cuatro beatos.
Cuento brevemente algo sobre el Sínodo, dando gracias a Dios por esta experiencia de Iglesia universal. La palabra “Sínodo” viene del griego y significa “caminar juntos”. Es una expresión privilegiada de la colegialidad de los Obispos, que en comunión entre sí y con la cabeza del Colegio Episcopal, el Santo Padre, colaboran con él, haciéndole sugerencias (las “proposiciones”) para el documento final, o sea, la Exhortación Apostólica post - sinodal que el Papa publicará más adelante, como ha sido en anteriores ocasiones, p.e. sobre la familia, los laicos, los sacerdotes, la vida consagrada, etc.
Están participando 256 Padres sinodales, más los invitados (laicos y consagrados) y los representantes de otras Iglesias y confesiones cristianas (ortodoxos, anglicanos, luteranos, etc).
Por Chile asisten como delegados de la Conferencia Episcopal quien suscribe y Mons. Andrés Arteaga, Obispo auxiliar de Santiago. También fue invitado el P. Ignacio Gramsch , asesor de los acólitos de Santiago. Invitados por el Santo Padre están presentes el cardenal Errázuriz y el cardenal Medina.
El ritmo de trabajo ha sido intenso y ha consistido en “congregaciones generales” donde cada Padre Sinodal podía hablar seis minutos y los invitados, cuatro; y en trabajo en “círculos menores” por idiomas, hasta llegar a las votaciones de las “proposiciones” que se le entregarán al Papa, como resultado de las tres semanas del Sínodo.
Algo hermoso fue poder saludar al Papa personalmente, reunidos en los grupos lingüísticos, y sacarnos una foto con él. Se le ve tranquilo, acogedor, interesado por cada uno. Por ejemplo, al decirle que yo venía del Sur de Chile, de Puerto Montt, se acordó de los misioneros capuchinos alemanes de la Araucanía.
Un momento significativo será la Adoración Eucarística que tendremos el Lunes 17 en la Basílica San Pedro, presididos por el Papa y con la asistencia de todos los participantes en el Sínodo y fieles en general.
Esperamos que este Sínodo nos haga valorar cada vez más el gran sacramento de nuestra fe, que es la Eucaristía y allí encontremos siempre a Jesús y a los hermanos.
+ Cristián Caro Cordero
Arzobispo de Puerto Montt
Roma, 14 de octubre de 2005
