Santiago, 27 de julio de 2004
Senador
Hernán Larraín Fernández
Presidente del Senado
Presente
De nuestra consideración,
A la sesión de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal, realizada en el curso de la semana pasada, fue invitado Monseñor Alfonso Baeza, con el propósito de que compartiera con nosotros la información acerca de la tramitación del proyecto de ley que Concede Beneficios a Condenados o Procesados por Infracciones a la Legislación Antiterrorista y a Otras Disposiciones Penales Relativas a la Violencia con Móviles Políticos (indulto) a presos políticos.
Habiéndole escuchado con atención y elevado interés, los miembros de la Comisión Justicia y Paz estimamos necesario expresar nuestra solidaridad con la generosa tarea que está realizando Monseñor Baeza, cumpliendo un encargo que le formulara el Cardenal Francisco Javier Errázuriz. En ello está comprometido no sólo el empeño y sacrificio personal de Mons. Baeza, sino el cumplimiento de un mandato evangélico que nos debe interpelar a todos los católicos.
Nuestra motivación fundamental reside en consideraciones humanitarias, más allá de las razones ideológicas o políticas. Nos preocupa la vida de estos hermanos, especialmente de quienes han tomado la decisión de hacer una nueva huelga de hambre que pone en grave riesgo su salud ya deteriorada.
Entendemos que han estado privados de libertad por largo tiempo y que ha habido ciertas situaciones irregulares o al menos discutibles en sus procesos que fundamentan la postura sustentada por nuestra Iglesia a través de Mons. Baeza.
Sabiendo de su actitud de comprensión hacia el tema, apelamos a su alta investidura y a convicciones de fe compartidas, para rogarle tenga a bien interponer sus buenos oficios para que el Parlamento pueda adoptar una decisión que dé una justa solución a esta situación que afecta a la vida de varios hermanos y que dificulta nuestra convivencia nacional.
Agradecemos desde ya su comprensión y los esfuerzos que estamos seguros realizará. Nos uniremos en la oración para que el Señor ilumine a todos quienes tienen esta importante decisión en sus manos para que encuentren los caminos de la justicia y de la paz.
Lo saludamos atentamente,
Eugenio Díaz Corvalán
Presidente
Guillermo Sandoval Vásquez
Vicepresidente