En el Cerro San Cristóbal, desde donde el sucesor de Pedro bendijo a todo el país en su visita de 1987, jóvenes católicos de Santiago oraron por su descanso eterno y oyeron su mensaje para revitalizar la Misión Juvenil y la participación de la delegación chilena en la Jornada Mundial en Alemania, junto al nuevo Papa.

Unidos en una vigilia celebrada en el Cerro San Cristóbal a los pies de la Virgen María, a quien el Pontífice se entregó por entero, miles de jóvenes acompañaron con cantos y oraciones sus exequias y volvieron a acoger el mensaje que hizo a los jóvenes en el Estadio Nacional en su visita de 1987.

La liturgia, organizada por la Vicaría de la Esperanza Joven, con el apoyo de la Intendencia Metropolitana, fue presidida por el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, quien llamó a los presentes a sentirse animados por el testimonio del Papa en la Misión Juvenil que se está llevando a cabo en todo el país, cuyos frutos serán compartidos en la XX Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, Alemania.

A partir de las 20:00 horas la jornada estuvo marcada por el silencio, la lectura de la Palabra, la renovación del compromiso misionero y el descubrimiento de una placa recordatoria con la inscripción: “Jóvenes chilenos, no tengáis miedo de mirarlo a Él”, signo de la complicidad que tuvo el Vicario de Cristo con la juventud de Chile y el mundo durante su pontificado.

El Vicario de la Esperanza Joven, padre Galo Fernández, advirtió que en la vigilia primó un ambiente de dolor por la pérdida de un ser querido, gratitud por su legado y esperanza en el futuro de la Iglesia. Por eso llamó a los jóvenes a que, inspirados por el mensaje del Papa, sean cada vez más protagonistas de la historia y promotores de los valores del Evangelio en la sociedad.

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Fuente: Comunicaciones Vicaría Esperanza Joven
Santiago, 08-04-2005