Con una Eucaristía Mons. Sergio Contreras celebró sus bodas de oro sacerdotales
Mons. Duarte agradeció por su vida como sacerdote y obispo.

“No he venido a ser servido sino a servir” es el lema sacerdotal que ha acompañado a Monseñor Sergio Contreras Navia, obispo emérito de Temuco en sus cincuenta años de servicio al Señor.
Al medio día de hoy, Mons. Sergio Contreras presidió una Misa Solemne en la Parroquia Nuestra Señora de Dolores de Viña del Mar para dar gracias por este tiempo de vida junto al Señor y a los fieles que le ha tocado acompañar tanto como sacerdote y como obispo.
En la Eucaristía estuvieron presentes familiares, amigos, sacerdotes, diáconos y los Obispos Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso y Mons. Javier Prado, Obispo Emérito de Rancagua.

En la homilía que realizó mons. Gonzalo Duarte señaló que hoy la Iglesia da gracias por el don amoroso al llamado al presbiterado y al episcopado de Mons. Contreras. “Él siguiendo al Señor Jesús lo ha tratado de hacer con fidelidad y amor a la Iglesia”, señaló Mons. Duarte.
Agregó, que “Dios nos llama porque nos amó y él nos da las condiciones necesarias para cumplir a lo que él nos ha llamado. No nos llama por los méritos sino que por amor. Y a los sacerdotes nos llama por amor para cumplir una tarea de amor. Están invitados a cumplir su ministerio como Jesús lo hizo, con misericordia y cercanía”.
Para muchos, Mons. Contreras es sinónimo de austeridad y recogimiento. En las misas que preside se respira solemnidad y entrega. Cada una de estas características es lo que ha delineado su personalidad y la imagen que proyecta hacia los fieles que, diariamente acuden a él en busca del pastor que, tal como lo dice su lema episcopal, “no ha venido a ser servido, sino a servir”.

Es que Monseñor Sergio Contreras Navia, Obispo Emérito de Temuco y que este 21 de septiembre cumplió 50 años de ordenación sacerdotal, es un servidor que, conforme ha ido avanzando en su camino de fe, ha sabido poner siempre por delante la evangelización y la entrega de la Buena Nueva en cada acción que se le ha encomendado. Nacido en Valparaíso en 1926, fue ordenado sacerdote el 21 de Septiembre de 1957, por el entonces Obispo porteño, monseñor Rafael Lira.
Incansable luchador y gran amigo de los jóvenes, fue Asesor diocesano de universitarios católicos (1957-1963) y de la Juventud Obrera Católica (JOC) entre 1963 y 1966. También fue asesor nacional de la JOC y Vice-asesor nacional de la Acción Católica chilena.

Su camino episcopal comenzó en 1966, cuando el Papa Pablo VI lo designa obispo de Ancud, cargo que desempeñó hasta 1977, cuando es trasladado a la diócesis de Temuco. Participó, además, en los Sínodos de Obispos de 1971 y 1974. Ocupó diversos cargos en la Conferencia Episcopal de Chile y en el CELAM. En la actualidad, Monseñor Contreras presta sus servicios en la Parroquia Nuestra Señora de Dolores de Viña del Mar, apoyando el caminar espiritual de la comunidad.
Fuente: Comunicaciones Valparaíso - Comunicaciones Parroquia Nuestra Señora de Dolores de Viña del Mar www.obispadodevalparaiso.cl
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Viña del Mar, 21-09-2007