Mons. Gonzalo Duarte: "Hay que apoyar a la familia"

Un llamado a repensar y revisar los valores sobre los cuales debemos construir nuestra convivencia nacional y a fortalecer la familia efectuó en su Homilía para el Te Deum el Obispo de Valparaíso, Monseñor Gonzalo Duarte, que por cuarto año consecutivo contó con la presencia de pastores, pastoras y representantes de diversas Iglesias y Comunidades Cristianas hermanas. También estuvieron presentes autoridades de la región.
En su
homilía Mons. Duarte recordó al Cardenal Raúl Silva Henríquez, con ocasión de cumplirse en nueve días más los cien años de su nacimiento. Volvamos la mirada a su figura y su enseñanza, que fueron tan providenciales y decisivas en momentos importantes de nuestra historia patria. Recordó algunas palabras del cardenal “La Patria no se inventa ni trasplanta porque es fundamentalmente alma; alma colectiva de un pueblo, consenso y comunión de espíritus que no se pueden violentar ni torcer, ni tampoco crear por voluntad de unos pocos.” (“El alma de Chile”). “Pareciera que el cardenal hubiese escrito para nosotros hoy”, agregó.

Mons. Duarte señaló que “Vivir y querer construir una Patria como si Dios no existiese es vivir en una mentira, puesto que Dios existe”. “Tal como lo dice el Papa Benedicto: ‘Cuando a Dios se le da una importancia secundaria, que se le puede dejar de lado temporal o permanentemente en nombre de asuntos más importantes, entonces fracasan esas cosas presuntamente más importantes’”. (“Jesús de Nazaret”, Pág. 58).
Destacó el impacto que provocaron en los últimos días los acontecimientos de inusitada violencia. “La sensación de insatisfacción que se ha ido produciendo entre nosotros, precisamente en momentos en que los datos objetivos nos muestran que están dadas muchas condiciones para “dar un salto adelante” en la calidad de vida de los chilenos, particularmente los más pobres, ¿no será un indicio claro de que debemos repensar y revisar los valores sobre los cuales debemos construir nuestra convivencia nacional?, señaló el obispo porteño.

Recordó el llamado que hicieran los Obispos de la Iglesia Católica frente a los hechos de violencia a “educar para la paz”. Educar para la paz no es sólo una tarea de autoridades. Urge conversar el tema en el hogar, en los colegios, organizaciones comunitarias y sociales. A los medios de comunicación también corresponde reflexionar sobre las maneras directas e indirectas en que se exacerba la violencia.
Agregó que el ministro de defensa al reflexionar sobre el reciente 11 de septiembre, señaló que hay una falta de responsabilidad de las familias de los menores involucrados en los delitos cometidos y llamó a los padres a tomar conciencia de esta situación. “Creo que hay en esta afirmación una gran verdad. Pero cabe hacernos la pregunta: ¿Qué estamos haciendo por la familia? porque la estamos señalando como la responsable de muchos de los problemas de la sociedad chilena. Ciertamente la familia es una institución fundamental de la sociedad pero hoy se ve sobre exigida y poco apoyada”

También hizo referencia al descenso de la natalidad. “En estos momentos hay en Chile 213.000 niños menos que en 1990 entre 0 y 4 años, lo que significa una disminución del 19,8 por ciento de los nacimientos… Con urgencia hay que implementar políticas y medidas concretas y eficaces que favorezcan la familia y la natalidad, que apoyen a la mujer en su vocación principal que es ser madre. Que se le otorguen incentivos sociales, laborales y económicos para que pueda cumplir con esta altísima vocación que Dios le ha regalado. Pero por sobre todo, tenemos que tomar conciencia de que el don de la vida que el Señor ha confiado al hombre y a la mujer requieren una inmensa generosidad, una gran capacidad de entrega y renunciamiento. En una palabra: amor. Pero un amor tan grande sólo Dios puede infundirlo en nuestros corazones”, señaló Mons. Duarte.

Además, reflexionó sobre la educación. “Hemos visto con alegría y esperanza la prioridad que todas las autoridades del Estado han dado al tema de la educación y la ingente cantidad de recursos económicos que se le están entregando. Las Iglesias estamos comprometidas con la educación en todos los niveles. La Iglesia Católica en este momento acoge al 15% del alumnado nacional en los niveles básico y medio y al 22% de los estudiantes de nivel superior”.
Finalizó su homilía dando gracias a Dios por la nueva conciencia que se va creando en el país sobre los temas de justicia, equidad, dignidad del trabajo y de los trabajadores, justas remuneraciones, pensiones y montepíos y mejor distribución de los bienes.
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Texto completo de la homilía
Fuente: Comunicaciones de Valparaíso - www.obispadodevalparaiso.cl
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Valparaíso, 18-09-2007