Con fe y esperanza, Diócesis de Linares celebra la Misa Crismal en el marco del Triduo Pascual y del Año Jubilar

Con fe y esperanza, Diócesis de Linares celebra la Misa Crismal en el marco del Triduo Pascual y del Año Jubilar

Con profunda fe y esperanza, la comunidad diocesana de Linares volvió a reunirse en su Templo Catedral para dar inicio a las celebraciones del Triduo Pascual con la solemne Misa Crismal, una de las liturgias más significativas del calendario de los católicos.

Jueves 17 de Abril de 2025
En esta emotiva Eucaristía, los presbíteros diocesanos y religiosos renovaron las promesas realizadas en el día de su ordenación sacerdotal, en presencia de su Pastor y del Santo Pueblo de Dios, del cual forman parte y al que sirven con amor y entrega.

Durante la celebración, también se bendijeron y consagraron los Santos Óleos: el óleo de los catecúmenos, el óleo de los enfermos, y el Santo Crisma. Este último es el aceite con el que serán ungidos los nuevos bautizados, quienes, al incorporarse a la Iglesia, participarán del sacerdocio real y profético de Cristo.
Este año, la Misa Crismal tuvo un carácter especialmente festivo, ya que se enmarca en el Año de Gracia proclamado por la Iglesia Universal: el Jubileo de la Encarnación, un tiempo especial que recuerda la cercanía y misericordia del Señor, y que invita a acoger con gozo su perdón ilimitado.

Además, en el contexto local, la Diócesis de San Ambrosio de Linares celebra con alegría un hito histórico: el centenario de su camino evangelizador. Son cien años de misión, de fe compartida y de siembra constante del Reino de Dios en las fértiles tierras maulinas, testimonio vivo de una Iglesia que camina junto a su gente.

Con esta celebración, la diócesis reafirma su compromiso con el Evangelio y se prepara, junto a toda la Iglesia, para vivir con fervor los días santos que conducen al misterio central de la fe cristiana: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

En esta ocasión especial, se bendijo un memorial en homenaje a los obispos, sacerdotes y diáconos fallecidos que sirvieron con fidelidad a la Iglesia local durante estos cien años.

Monseñor Koljatic en su homilía, con una memoria agradecida y mirada al futuro en el Año del Centenario, invitó a reflexionar sobre los desafíos actuales del ministerio sacerdotal, destacando tres dimensiones clave: la necesidad urgente de una paternidad espiritual auténtica, el llamado a ser puentes entre Dios y el pueblo, y la vocación profética de anunciar la esperanza cristiana en un mundo herido.

“El mundo necesita padres, puentes y profetas”, expresó, subrayando el ejemplo de Cristo Buen Pastor y el llamado a la sinodalidad, la acogida y el amor sin exclusión. El mensaje concluyó con una oración a la Virgen, pidiendo ser mejores pastores al servicio del Reino.

Como cada año los sacerdotes fueron acompañados masivamente por representantes de sus comunidades, llegando desde muy temprano las delegaciones desde los diversos rincones de la Diócesis, como signo de seguir caminando unidos en este querido Maule Sur.

Fuente: Comunicaciones Diócesis de Linares
Linares, 17-04-2025
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