La liturgia comenzó en el frontis del Obispado de Villarrica, donde se realizó la bendición de los ramos, signo de alabanza y reconocimiento del señorío de Cristo. Desde allí, los fieles caminaron en procesión hacia la Catedral de Villarrica, entonando cantos y elevando oraciones, reviviendo el momento en que el pueblo aclamó a Jesús como Rey.

La Santa Misa fue presidida por el Obispo de Villarrica, Monseñor Francisco Javier Stegmeier Schmidlin, quien en su homilía invitó a los presentes a contemplar profundamente a Cristo en su misterio pascual:

“A Jesús le llaman Rey, y Él acepta este título. Cuando los fariseos pidieron que se callaran quienes lo aclamaban, respondió: ‘Si ellos callan, gritarán las piedras’. Pero Jesús no quiere que hablen las piedras, sino nuestros corazones. Lo contemplaremos esta Semana Santa como Rey, pero no como un rey cualquiera, sino como un Rey manso y humilde, un Rey pacífico y lleno del Espíritu de Dios. No entra en un caballo poderoso ni con espadas, sino montado en un humilde burrito, como signo del Rey de los pobres, del Rey del universo que nació en un pesebre y entregó su vida en la cruz.”

Más adelante, Monseñor Stegmeier exhortó a los fieles a dejar que Cristo reine en cada dimensión de su vida:

“Que Cristo reine en nuestros corazones, en nuestras palabras, en nuestros pensamientos. Que su amor transforme nuestra vida y establezca la paz en lo profundo del alma. Que su Palabra nos dé vida, que su Reino se establezca en nuestra esperanza y caridad. Solo así podremos seguirlo de verdad, siendo testigos de esperanza.”

El Domingo de Ramos abre solemnemente la Semana Santa, que culminará con la celebración del Triduo Pascual, corazón del Año Litúrgico, donde los fieles serán invitados a unirse al misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, fuente de nuestra redención.

Fuente: Comunicaciones Villarrica
Villarrica, 14-04-2025