Cerca de 500 personas participaron en dos encuentros, realizados en Requínoa y Rancagua, con el fin de dar el vamos oficial a las actividades pastorales.
Con gran entusiasmo y espíritu de comunidad, se realizaron los dos encuentros de Inicio de Año Pastoral de la Diócesis de Rancagua. Al primero de ellos, fueron convocados los agentes pastorales, sacerdotes, diáconos y religiosas de los decanatos Santa Rosa, Santos Apóstoles y San Fernando- Chimbarongo, al Liceo San José de Requínoa el sábado 29 de marzo.
Encabezado por el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera, el encuentro estuvo marcado desde el comienzo por la energía y el compromiso de los asistentes, reflejando el deseo de fortalecer su labor evangelizadora.
La actividad comenzó con una oración en el templo, presidida por el párroco de la Parroquia San José, padre José Guajardo. En un ambiente de fe, los participantes encomendaron el nuevo año pastoral a Dios. Luego, los asistentes se trasladaron al salón principal del colegio, donde la cantante católica Marcela Gael los animó con cantos y bailes, contagiando a todos con su alegría.
El padre Luis Piña dio la bienvenida al padre Bernabé Silva, quien presentó la historia de los 100 años de la Diócesis de Santa Cruz. Por su parte, el obispo Guillermo Vera señaló que: “al reiniciar nuestras actividades hacemos memoria agradecida de la misericordia de Dios manifestada en toda la historia de esta Iglesia, plasmada en su gente generosa que no podemos olvidar: obispos, sacerdotes, diáconos, misioneros, congregaciones religiosas masculinas y femeninas, laicos, hombres y mujeres que, contemplando la Cruz de Cristo, han sacado de ahí la fuerza y el impulso para servir evangelizando”. Destacó que esos testimonios deben motivas a “volver al Señor” en este año jubilar.
La jornada finalizó con cantos y bailes nuevamente liderados por Marcela Gael, sellando un día de fe, alegría y compromiso.
Decanato de Rancagua y de Purísima
En el Instituto O’Higgins de Rancagua se llevó a cabo el pasado jueves 3 de abril el inicio del Año Pastoral 2025 para los decanatos de Rancagua y Purísima. La jornada congregó a más de 200 agentes pastorales, entre ellos sacerdotes, diáconos, religiosas y laicos comprometidos, en un ambiente marcado por la alegría, el encuentro fraterno y el deseo de seguir caminando juntos como Iglesia diocesana.
Durante la jornada se reflexionó en torno a los desafíos y proyecciones para este nuevo año pastoral, que está marcado por el jubileo y el centenario de la diócesis. En ese contexto, el docente, Juan José Zamorano, ofreció una exposición que iluminó el camino a seguir en este año jubilar, aportando elementos claves para entender el tiempo que está viviendo la Iglesia, animando a los participantes a renovar su compromiso cristiano.
En la oportunidad, el obispo de Rancagua, Monseñor Guillermo Vera, valoró profundamente la presencia de todos y los animó a continuar construyendo comunidad con esperanza y entrega, en sintonía con los desafíos que vive hoy la Iglesia local. Además, el pastor diocesano llamó a los asistentes a ser portadores de la buena Fe y a que “trabajemos unidos en cada parroquia, sacerdotes y agentes pastorales; unidos como decanatos en proyectos comunes que se puedan realizar (encuentros, retiros, cursos de formación, apoyo misionero), aprovechando el talento de tantos y la cercanía geográfica que puede hacer que el trabajo sea más efectivo; trabajemos unidos como diócesis, atento a las motivaciones que van surgiendo para construir una Iglesia,”, dijo.
En ese ambiente de ser “familia de Dios” se dio paso a un compartir fraterno, marcando así el inicio de un nuevo año de trabajo para la Iglesia en Rancagua, con corazones dispuestos a escuchar, discernir y actuar con amor al servicio del Señor.
Fuente: Comunicaciones Rancagua
Rancagua, 07-04-2025