En el marco de la Escuela de Verano Educap 2006, cerca de 350 profesores de Religión se capacitaron e interiorizaron en lo que son los nuevos contenidos y metodologías de esta asignatura.
El calor estival no aminoró el entusiasmo de los cerca de 350 profesores de religión que acudieron a este Educap 2006 al curso “La Educación Religiosa Escolar Católica en el marco curricular de la Reforma”, con el interesante e indispensable objetivo de capacitarse y apropiarse de los nuevos planes y programas de esta asignatura. Este nuevo marco curricular fue elaborado por el Equipo de Evangelización y Catequesis (EDEC) –perteneciente a la Congregación Salesiana- a instancias de la Conferencia Episcopal de Chile.
Sin duda, este nuevo salto en la enseñanza de la religión católica en los colegios y escuelas de nuestro país constituye un gran avance y una fundamental actualización de este subsector de aprendizaje, toda vez que se inserta plenamente en la Reforma Educacional en marcha.
“Educadores de Religión para los nuevos escenarios culturales de la educación” fue el lema que convocó a estos cursos de capacitación organizados por la Fundación Sepec y el Departamento de Religión, ambos organismos de la Vicaría para la Educación. Dicho lema habla claramente de la inserción de estos nuevos programas en los procesos de cambio y modernización que está experimentando la educación en nuestro país y, más aún, tienen como propósito establecer un puente con la realidad del Chile de hoy, con todos los fenómenos de transformación social y cultural que están ocurriendo en nuestra sociedad. Dicha importancia la comprendieron los docentes, que llegaron en gran cantidad a esta cita. “Me parece importante la asistencia masiva de los profesores. Prácticamente el salón en el acto inaugural se hizo pequeño, lo cual indica que existe una muy buena convocatoria por parte de la Vicaría para la Educación y que también hay mucho interés por parte de los profesores”, señaló el padre Edgardo Fernández, director del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile.
Los objetivos de estos talleres fueron básicamente tres: que los profesores de Religión se apropien de este nuevo marco curricular de la Educación Religiosa Escolar Católica (EREC). Segundo, que dominen herramientas técnico-pedagógicas que son básicas en el contexto de la Reforma Educacional chilena. El tercer propósito, no por ello menos importante, ha sido brindar una mirada fuerte a la formación espiritual, de vida comunitaria y eclesial, en virtud de la cual los educadores se sientan pertenecientes a una Iglesia y que, ojalá, se genere una red de maestros de profesores de religión.
Una mirada actual y comprometida
Sin duda que la gran estrella de estos cursos de verano han sido los nuevos planes y programas de la EREC. “Éstos pretenden ser una herramienta eficiente y eficaz a través de la cual los alumnos desarrollen las competencias cognitivas, afectivas, espirituales, sociales, éticas y morales que le permitirán hacer una síntesis entre fe, cultura y vida”, señaló al respecto en la ceremonia inaugural de este curso el Vicario para la Educación, padre Juan Díaz s.j.
Por otra parte, estos nuevos programas vienen a zanjar una importante discusión que se venía produciendo hace algún tiempo. “Había una discusión en cuanto a si era catequesis lo que se hacía en los colegios, o era cultura religiosa, etc.; es decir, no había mucho consenso al respecto, y ahora el hecho de que se haya definido como Educación Religiosa Escolar Católica, con todo lo que implica ese nombre en cuanto a contenido, es un gran aporte, un gran avance”, destaca el padre Edgardo Fernández. Aquí hay una distinción fundamental entre lo que es catequesis y pedagogía religiosa. En efecto, la primera se basa en una mirada que supone que el muchacho o el joven está ya evangelizado, y lo que se hace es profundizar su fe; la pedagogía religiosa, en cambio, supone anunciar la buena noticia de la fe con un método pedagógico y que se nutre del currículum, que es lo que hacen estos nuevos programas. El padre Fernández también resalta como aspectos interesantes de este nuevo currículum las dimensiones de la fe –la testimonial, la celebrativa, la comunitaria y la servicial- que se pretende enseñar a los alumnos, así como subraya las innovaciones metodológicas y didácticas sobre cómo trabajar algunos temas, aspecto que no tenían los programas anteriores.
Rodrigo Ruay, uno de los relatores de estos talleres, también valora los nuevos aires que trae la EREC. “Aquí hay un esfuerzo en cuanto a tener una sustentación epistemológica desde donde se construye la arquitectura curricular para que el profesor sepa cuáles son los ejes conductores por donde va a transitar en un quehacer netamente pedagógico”, comenta.
Siempre es importante tener la opinión de quienes tendrán la misión y el desafío de encarnar en el aula estos nuevos contenidos y metodologías. La profesora de religión Beatriz Gutiérrez señaló que el curso fue muy bueno y provechoso, "por la cantidad de contenidos que tiene y por el hecho de que nosotros, con los nuevos programas, vamos a formar parte de la malla curricular, lo que nos da un rol de importancia. Respecto a los referidos programas, me llamó la atención, entre otras cosas, cómo se trabaja lo que contiene la fe católica dirigida hacia los niños; cómo tenemos que enfocarla y, además de eso, me llamó la atención la forma cómo se maneja en torno a la pedagogía, a las innovaciones pedagógicas”.
Sin duda, los profesores de Religión tienen un bonito desafío por delante: conocer, dominar y apropiarse de este nuevo currículum, con miras a ser testigos de la fe en un diálogo permanente con la vida y con la cultura de nuestro tiempo.
Fuente: DOP Santiago
Santiago, 11-01-2006