Obispos entregaron Carta Pastoral "Matrimonio y Familia, una buena noticia para la humanidad"
La Iglesia invita a las familias a crecer en el amor en medio de los cambios de la vida. También promueve el desarrollo de una pastoral dirigida a los separados.
El Comité Permanente del Episcopado, por mandato de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, entregó este viernes una Carta Pastoral titulada "Matrimonio y familia. Una buena noticia para la humanidad".
Con ocasión del inicio del tiempo litúrgico del Adviento, habiendo entrado en vigencia los Tribunales de Familia y luego de un año de regir la nueva ley de “Matrimonio Civil”, la Iglesia Católica consideró oportuno dirigir una Carta Pastoral para recordar que la unión matrimonial y la familia que se fundan en la naturaleza del ser humano y llegan a su plenitud en el Sacramento, son una buena noticia para la sociedad.
El documento lo dieron a conocer los pastores este viernes 25 de noviembre, al término de su 90ª Asamblea Plenaria en Punta de Tralca. El Arzobispo de Puerto Montt, Mons. Cristián Caro, quien preside la Comisión nacional de Pastoral Familiar del Episcopado, fue el encargado de entregar los principales contenidos de la Carta.
Explicó Mons. Caro que el interés central es orientar a los miembros de la Iglesia y a quienes comparten la visión cristiana del matrimonio y la familia acerca de la responsabilidad e importancia de ser fieles a los grandes valores que han dado sentido y consistencia a nuestra sociedad. Es una invitación a crecer en el amor, en la entrega y en la fidelidad en medio de las circunstancias cambiantes de la vida.
Uno de los puntos que se destacan en la carta es que el gran desafío que implica hacer del matrimonio un bien en sí mismo y un Evangelio para la sociedad, requiere necesariamente de decisiones políticas y sociales que favorezcan, respalden y estimulen la vida matrimonial y la vida familiar, en el campo de la vivienda, la educación, y el apoyo a la maternidad.
Pastoral dirigida a los separados
También se consigna que el Episcopado está consciente de que, por muchas razones, no todos consiguen mantenerse fieles en su compromiso de alianza matrimonial.
Comentan que “todas éstas son situaciones que suelen ir acompañadas de mucho sufrimiento y requieren de nuestra cercanía. Debemos hacer todo lo que esté de nuestra parte por evitarlas y, si es posible, por repararlas. Por eso la Iglesia no se queda sólo en estas constataciones. Queremos acompañar muy de cerca a las parejas que viven crisis en sus matrimonios, y no abandonarlas en sus rupturas”.
En consecuencia se exhorta a todos los sacerdotes, diáconos permanentes y consagrados, así como a los laicos que trabajan en la pastoral familiar, a desarrollar también una pastoral dirigida a los separados. Y cuando se trate de personas separadas que han sellado una segunda unión, y que no pueden por eso participar plenamente en la mesa de la Eucaristía, se realiza un llamado a abrirles las puertas de la comunidad.
Mons. Cristián Caro precisó que el Episcopado chileno quiere animar y orientar a todos los que se esfuerzan por fortalecer el matrimonio y la familia en las actuales circunstancias respecto del matrimonio civil y de la cultura, lo que es ocasión de testimonio cristiano y un gran desafío para la fe. "Queremos apoyar decididamente todo lo que ayude al matrimonio y la familia", manifestó.
Asimismo, los Obispos exhortan a mantenerse vigilantes de modo que el divorcio vincular no se transforme en “una invitación a menospreciar el ideal del matrimonio indisoluble y la estabilidad de los hogares, ni a descuidar nuestros más sagrados deberes familiares”.
El documento invita a toda la sociedad, y en especial a las instituciones educativas, a generar instancias que permitan crecer en virtudes humanas como el verdadero amor, la auténtica comprensión de la sexualidad y el valor sagrado de la vida humana.
Se invita al Estado a desarrollar políticas eficaces en bien de la familia, destinando recursos a viviendas dignas, a valorar el matrimonio y la fecundidad, a fortalecer familias ya constituidas, a contribuir en la solución de crisis matrimoniales, a regular adecuadamente el trabajo, el salario y el descanso dominical de manera de favorecer una fecunda convivencia en el hogar.
Familias recibieron el texto
Especialmente invitadas por los Obispos, cinco familias de diversas edades y condiciones estuvieron presentes, en la casa de ejercicios Punta de Tralca, en la ceremonia de entrega de la Carta Pastoral.
Luego de la presentación a cargo de Mons. Cristián Caro, el mismo Arzobispo de Puerto Montt junto a algunos de los obispos que integran el Comité Permanente de la CECh hicieron entrega de la Carta a estas familias.
Mons. Alejandro Goic entregó el documento a Bartolomé Schiattino y su esposa Macarena Figueroa.
Mons. Gonzalo Duarte hizo lo propio con el matrimonio compuesto por Alfonso Álvarez y Eugenia Espejo. En tanto, Mons. Cristián Contreras Villarroel entregó la carta a Cristián Figueroa y su esposa Carmen Gloría Marín.
Mons. Cristián Caro obsequió un ejemplar a los jóvenes novios Iván Maldonado y Mónica Quesada, y el Cardenal Francisco Javier Errázuriz entregó la Carta Pastoral a la Sra. Margarita Reyes Cueto.
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Fuente: Prensa CECh
Punta de Tralca, 25-11-2005
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