En la oportunidad se reunieron cerca de 200 jóvenes, quienes dialogaron su rol en la sociedad moderna, tras la charla brindada por el doctor en sociología, Mario Sandoval Manríquez, docente de la Universidad Católica Cardenal Silva Henríquez.
Una conferencia sobre
“Globalización de la Solidaridad”, dirigida a unos doscientos jóvenes que participan en centros de alumnos de colegios católicos de la Diócesis de Chillán, se llevó a cabo este miércoles 31 de agosto, en dependencias del Instituto Santa María.
La actividad, organizada por el
Departamento de Educación Católica (DEC) del Obispado de Chillán, contó con la exposición del doctor en sociología,
Mario Sandoval Manríquez, docente de la Universidad Católica Cardenal Silva Henríquez, quien se ha destacado por investigaciones en temáticas como: “Juventud y Cambio Cultural”; “Globalización y Nuevas Tecnologías”; y “Metodologías de Investigación Cualitativas”.
El sentido de este encuentro, enmarcado en el cierre de las actividades del Mes de la Solidaridad, fue emplazar a los jóvenes a transformarse en verdaderos constructores de la sociedad y protagonistas de una efectiva “globalización de la solidaridad” a lo largo de sus vidas.
En el mundo actual, indicó el docente Mario Sandoval, los jóvenes se adaptan muy bien a los cambios que acarrea la globalización. De esta forma, en la medida que se les abran mayores oportunidades, se fortalecería su participación como verdaderos protagonistas en el desarrollo de la sociedad. Al respecto indicó que “hay un tremendo desafío de la institucionalidad y del mundo adulto en general, ya que vivimos en una sociedad adultocéntrica, hecha por los adultos y para los adultos. Por esto, debemos abrir espacios para su participación, no tener miedo a planificar con ellos, porque cuando uno logra confiar en los jóvenes, ellos responden con actos de responsabilidad”.
Por lo mismo, continuó, es importante el llamado que hace algunos días les hiciera el Papa Benedicto XVI, en el sentido de atreverse a vivir la fe en comunidad y poniéndose al servicio de los demás. Sin embargo, agregó, la Iglesia aquí también tiene un importante desafío: “modernizar el lenguaje y la forma de comunicación con el mundo juvenil, porque sin nos quedamos enfrascados en lenguajes formales no llegamos a los jóvenes; tenemos que ser capaces de entrar en sus mundos y desde ahí planificar con ellos para poder entusiasmarlos con el mensaje cristiano”.
Por otra parte, Sandoval manifestó que los jóvenes deben aprender a no dejarse “consumir por el consumo”, o sea, “no transformarse en meros consumidores de la vida, sino, por el contrario, en personas con proyectos de transformación e ideales”.
Asimismo, añadió que la sociedad y, particularmente los medios de comunicación, están en deuda con los jóvenes, pues se les suele relacionar con antivalores y situaciones negativas, cuando en realidad hay un gran porcentaje de ellos que viven la vida de una forma positiva y constructiva. Para contrarestar esto, expresó, se debe fomentar y difundir el aporte que realizan.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 02-09-2005