En la Iglesia Catedral de Linares, se realizó el 6 de agosto, a las 16:00 horas, la Ordenación del Diácono en Tránsito, Alex Julio.
La Eucaristía fué presidida por Monseñor Tomislav Koljatic y concelebrada por el Clero Diocesano y sacerdotes Religiosos.
Alex Julio Troncoso Hernández nació en Linares el 5 de septiembre de 1974. Hijo de Sergio Troncoso y Julia Hernández. Su hermano mayor es Sergio Rafael.
Sus estudios los realizó en el Instituto Linares, egresando en el año 1991. Al año siguiente ingresó a la Universidad a estudiar Enfermería, pero solo cursó un semestre.
En el año 1993, entró a la carrera de Arquitectura, hasta el año 1997, cuando congeló sus estudios para ingresar al Seminario San Pablo de Rauquén. Con buen humor nos contó como surgió su vocación y cómo se ha desarrollado este proceso.
¿Cuando y cómo sientes la vocación al sacerdocio ?
La parte anecdótica de mi inquietud vocacional, surge en los tiempos en que era niño, cuando todos le preguntan a uno ¿qué quieres ser cuando seas grande?, mi respuesta era quiero ser obispo (ahora no, dice, y sonríe…), y mis juegos estaban relacionados con hacer misa. Pero eso fue pasando a medida que crecía y se acercaba el momento de salir del colegio y tomar una decisión, ingresar a la universidad y responder a las expectativas familiares y sociales de elegir una profesión. Mientras estudiaba en Santiago, con mis compañeros del colegio, el punto de encuentro era la parroquia de la Anunciación, al principios llegábamos todos, luego el grupo se fue dispersando, yo seguí participando. Allí descubrí que la Eucaristía, el Altar era el punto de encuentro de la comunidad, eso me encantó.
¿Qué pasó con tu familia, cuando decides congelar arquitectura e ingresar al seminario?
Al principio poco entendían, pues sus expectativas ya estaban cifradas en una carrera y quizá la formación de una familia; pero mis padres con su cariño y apoyo, siempre han estado ahí, acompañándome en cada paso, muy preocupados y atentos a mis necesidades, sufriendo y alegrándose conmigo, con el tiempo se han convertido en los hinchas Nº 1 de mi opción. El gran regalo de Dios por medio de ellos y de ellos hacia Dios, ha sido que se han ido involucrando e integrando activamente a la vida eclesial, de echo ahora participan en el Consejo Pastoral de la Parroquia El Sagrario. Han incorporado a sus vidas la misa dominical, gracias a ello van muy de la mano en mi proceso.
Recibiendo el Orden Diaconal, ¿cuáles son tus principales desafíos en el trabajo Pastoral?
Seguir sirviendo con alegría al Señor, a la Iglesia, a toda la comunidad. Ayudar, ser un instrumento del Señor. Acercarlo a la gente, crear ese encuentro con Jesús, en el Altar, en la Eucaristía, así como lo descubrí yo.
En este proceso de discernimiento y formación ¿quienes han sido importantes?
En primer lugar mis padres, para ellos asumir mi decisión, creo que fue difícil, pues habían cifrado muchas expectativas e inversión, pues la carrera que elegí era muy cara en materiales. pero ellos con mucho amor, me han apoyado y se han preocupado por mí siempre.
Especialmente importante, en mis primeros años, fue mi profesora de religión, la Srta. Ana Villagra, junto a los profesores y religiosos del Instituto Linares. Importantes también han sido mis formadores del Seminario, los párrocos donde he realizado mis servicios pastorales y mis compañeros seminaristas. Me gustaría agradecer a las miles de personas que contribuyen con el 1%, ellos sin saberlo han ayudado en mi formación y en la de mis compañeros del Seminario. Ahora les pediría que recen por mí, por mis hermanos seminaristas, por los sacerdotes, para que realmente seamos servidores de ustedes.
Fuente: Comunicaciones Linares
Linares, 09-08-2005