Fichas Mes de la biblia

Presentación

La alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús” (1) es la afirmación inicial de la Exhortación Evangelii Gaudium. Es la constatación de un acontecimiento que le ocurre a quienes se encuentran con el Señor. Al mismo tiempo es un criterio de discernimiento: la alegría que llena el corazón y la vida entera es signo de un auténtico encuentro con Jesús. Por lo mismo, es también una propuesta. Se trata de anunciar a Jesucristo, crean condiciones para que muchas personas se encuentren con Jesús y experimenten la alegría completa que llena el corazón y la vida entera. La Iglesia es la comunidad de quienes se han encontrado con Jesús y comparten la alegría del encuentro con los hombres y mujeres de todos los tiempos y lugares. La alegría del evangelio es el corazón de la misión. La misión no obedece a otro imperativo que comunicar y compartir la alegría del encuentro.

La Iglesia en Chile está en misión. En medio de nuestras ciudades los discípulos recorren los caminos, visitan las casas, se encuentran con personas, llevando la buena noticia de que Jesús viene a nuestras vidas para darnos vida en abundancia. En medio de muchas voces que ofrecen felicidad, resuena la voz de Jesús ofreciendo vida verdadera. Su voz resuena en los labios y los corazones de hombres y mujeres débiles, pecadores, que han puesto su confianza en el Señor que mira con amor, los levanta y los pone al servicio de otros para dar testimonio de su reino. La misión no descansa en hombres fuertes y poderosos ni en discursos elocuentes y llenos de sabiduría humana. Hombres y mujeres conscientes de que el Señor los ha amado primero comparten con otros lo que han recibido para muchos se llene de la alegría del evangelio.

El mes de la Biblia 2014 hace eco de la misión y acoge gozosa la invitación a compartir la alegría del evangelio recibido, vivido y celebrado en la comunidad eclesial. Tenemos la experiencia de que la palabra de Dios es un lugar de encuentro con el Señor. El mismo pronuncia palabra de vida que cuando las escuchamos hace arder el corazón y nos abre los ojos para verlo caminando con nosotros. Descubrimos que es Él quien viene a nuestro encuentro en medio de las dificultades propias de la vida y nos tiende una mano que consuela y anima. Es Él quien pronuncia una palabra que rompe los impedimentos para que caminemos por la vida con esperanza y alegría. Por eso podemos decirle al mundo entero, a cada persona que encontramos en nuestros caminos que quien invoque al Señor se encontrará con él y experimentará un cambio en su vida. La Iglesia se sabe sostenida por su Señor, que le infunde constantemente su espíritu para edificarla, confortarla y enviarla. Esta Iglesia, a veces herida, tímida, hasta temerosa, se ve enriquecida con los de dones del espíritu que la renuevan y la impulsan a comunicar la riqueza del evangelio con valentía.

Invitamos a nuestros hermanos y hermanas a celebrar este mes de la Biblia con apertura de corazón que dispone al encuentro con el Señor y los demás, con la conciencia de que Él pronuncia su Palabra en medio de la comunidad y que esta palabra es portadora de vida y de una alegría que llena el corazón y la vida entera.

Que María, madre de nuestra alegría, madre de la Palabra hecha carne, nos acompañe en el camino. Con ella decimos “Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén, aleluya. (2)


Monseñor Santiago Silva Retamales
Presidente
Comisión Animación Bíblica de la Pastoral

 

Fichas para Descargar

Ficha 0

Ficha 1

Ficha 2

Ficha 3

Ficha 4

 


(1) Evangelii Gaudium 1.

(2) Evangelii Gaudium 288.