Fortalecer escenarios de comunión para fomentar la colegialidad como fundamento de unidad de los Obispos entre sí y con el Santo Padre
Discernir los signos de los tiempos para indicar criterios, directrices y líneas de acción comunes que apoyen los procesos de evangelización en las Iglesias particulares.
Promover, en diálogo permanente con el mundo, la cultura de la verdad, la vida y el amor para impulsar el desarrollo humano integral, la justicia y la paz.