Francisco comprende que Dios está llamando a la puerta de su libertad y esperando su respuesta personal. La vida es una respuesta, pero para darnos cuenta de ello, es fundamental escuchar la pregunta, la llamada por nuestro nombre. Francisco comprende que Dios, para convencernos, solo posee la fuerza del amor: el Crucificado es un grito de amor que atraviesa los siglos y cada uno debe percibirlo personalmente.
Para profundizar
Señor, que todas las familias sean iluminadas por el ejemplo de amor, perseverancia, humildad y unión de la Sagrada Familia de Nazaret; y así, sean escuela de fe y de fortalecimiento mutuo. Encomendamos especialmente a todas las familias que pasan grandes dificultades.
leer másPadre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor. A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos. Amén.
