En 1873 se construye este templo en reemplazo de la Iglesia de La Compañía, incendiada una década antes. En 1938 se le designa el título de basílica. La imagen de la Virgen del Carmen, en el interior de dicha basílica, es de madera tallada y llegó a Chile en 1822, importada desde Francia. El 19 de diciembre de 1926 en el Parque Cousiño, con la presencia de medio millón de personas, es coronada por el nuncio papal, Monseñor Aloísi Massella.
Alrededor de esta imagen se encuentra la Cofradía Nacional del Carmen, ya que fue esta organización quien ayudó a reunir los fondos para construir la imagen. La devoción se mantiene durante todos los miércoles del año, pero tiene su máxima expresión en la procesión que se realiza por las calles adyacentes al templo, el último domingo de septiembre. Se ha llegado a sostener que esta procesión fue en su tiempo la más grande de América Latina.