La Tirana y el embrujo de su fiesta
La Virgen de La Tirana es conocida en todo el mundo cristiano. Con su mensaje atravesó los mares y cruzó las montañas.
En países muy lejanos se escucha hablar de leyendas. De un pueblo, donde el desierto florece perdido en la soledad y que a mediados de Julio, con un sol de primavera, se junta para danzar a su reina: "La Tirana", la Virgen del Desierto.
Y cuenta la gente que baja de la cordillera y sube del mar, y llegan a ver la imagen de la Virgen quedan impactados, encandilados por esos ojos negros que brillarán en sus almas para siempre.
Esa Virgen del desierto que protege al caminante, auxilia a ese que sufre, da luz a los que no ven, que su senda es el camino y su mirada la luz.
Y son esos caminantes que hasta sus plantas se arrastran con la sencillez del humilde y la bondad de quien ama bien. Ella los comprende y con su hábito milagroso calma todas las tristezas y envuelve las amarguras con su manto de amor que cubre toda su tierra.
Llegan todos jubilosos
De todas partes llegan a venerar a La Tirana. De países cercanos y de otros muy lejanos vienen tantos peregrinos que es difícil de contar. Todos con un mismo anhelo, con un solo deseo: honrar a La Tirana, que es su reina espiritual, destacando nítidamente los Bailes Religiosos con sus vestimentas multicolores.
Al arribar al pueblo, al llegar a ese Calvario, comienzo de "La Paz", cantan con alegría:
"Abránse las calles
dennos el camino
porque ya llegamos
a nuestro destino" |
Llegan todos con sus hábitos multicolores tan distintos, pero con un mismo fin: rendirle devoción a la Virgen del Desierto. Así se ve a Promeseros, Gitanos, Cuyacas, Chunchos, Morenos, Pieles Rojas, Chinos y las Diabladas. Contarlos es muy difícil; son más de 172 Bailes que irán a esperar su turno. Cada cual trae su banda, sus danzas, sus bailes y su amor por La Tirana.
Llegan por ese camino que está marcado de cruces. Con bombos y tambores, con carpas y vestidos, con todo lo que traen para honrar a la Reina de sus Cantares.
Subiendo y bajando cuestas. Felices arriban caminando y en buses hacia su fiesta. Cubiertos de polvo, con hambre, sed y fatiga. Pero nadie probará bocado, ni nadie descansará sin saludar a la Virgen.
De rodillas y temblando se acercan a La Tirana. A veces hablando fuerte y otras murmurando. Ante la imagen sagrada, todos se postran orando. Con lágrimas de alegría expresan la dicha inmensa de poder tocar su mando y poder besar sus pies.
Así, esta gente sencilla descubre el cielo entre lágrimas. Sus gargantas se anudan al mirar a su Tirana. Hasta la imagen parece cubrirse con la emoción y los ojos de la Virgen parecen ascuas de fuego que se encienden al sentir que le dicen:
"Cansados llegamos
buscando a María,
por cerros y pampas
con toda alegría" ... |
REINA DEL TAMARUGAL
Pampa desierta nortina
ha florecido un rosal,
llegan de todos los lugares
su manda deben pagar.
Cada 16 de julio
sale la reina a pasear
saludando al peregrino
que la viene a venerar.
Viva ya, viva ya,
Reina del tamarugal,
Tirana que haces llorar
y a todo un pueblo bailar.
Triste se queda mi china
debemos de regresar.
Y entre los tamarugales
se ha marchitado un rosal
|