Las lecturas del Triduo Pascual, que abarcan desde el Jueves Santo hasta el Sábado Santo, nos sumergen en los momentos más importantes de la vida de Jesucristo. El Jueves Santo nos lleva a la Última Cena, donde Jesús compartió el pan y el vino con sus discípulos, instituyendo la Eucaristía y el sacerdocio. Luego, en el Viernes Santo, somos testigos de la Pasión y muerte de Jesús en la cruz, en donde Jesús se entrega en sacrificio por la salvación de la humanidad. En la noche del Sábado Santo, durante la Vigilia Pascual, reflexionamos sobre la intervención de Dios a lo largo de la historia de la salvación y escuchamos las antiguas profecías que preanunciaban su resurrección.
Finalmente, con inmensa alegría, celebramos la buena nueva de su resurrección en la lectura del Evangelio. Este recorrido bíblico y litúrgico nos invita no solo a recordar, sino también a hacer memoria y reconocer la continua acción de Dios en nuestra historia y en nuestras vidas.