En este Viernes Santo, salió una procesión de fieles desde la Catedral hasta el Templo San Francisco. Cada Estación contó con algún testimonio significativo.
Desde la Catedral de Chillán salió este viernes por la tarde la procesión del Vía Crucis en el marco del Triduo Pascual. En la caravana que recorrió Avenida Libertad, Avenida Argentina, Calle Gamero hasta llegar al Templo San Francisco, participaron fieles y las comunidades de El Sagrario, San Francisco y San Vicente, entre otros. Así, por las calles de la ciudad fueron pasando una a una las doce estaciones dedicadas a los acontecimientos actuales bajo el lema "Sembrar la paz y la fraternidad en un mundo dividido y violento".
En varias estaciones fieles entregaron un testimonio significativo. Es el caso de Glenda Prieto, migrante venezolana, quien dijo "no existe una única historia de inmigrantes. Caín fue el primero. Somos una familia venezolana que lleva siete años en este país. Llegamos con miedo, pero siempre con Dios en el corazón. Hemos reído, llorado, pero nunca nos hemos alejado del Padre. Nosotros retribuimos con gratitud el poder estar aquí".
Otra de las estaciones fueron encabezadas por docentes del Colegio de La Purísima Concepción. También, en recuerdo a la Virgen María, se oró por aquellas madres que han visto morir a sus hijos en el horror de la guerra.
"Vivimos en un mundo en guerra, Ucrania, Palestina, Haití y tantos otros. Vale la pena mirar cifras. En Gaza van más de 32 mil muertos, y más de dos millones de personas han tenido que desplazarse y viven en medio de las bombas. En Ucrania se habla de 70 mil soldados ucranianos muertos y 100 mil rusos. Para qué decir los países africanos que sufren con crisis muy grandes, por guerrillas, luchas étnicas. En Birmania hay una crisis de mucha violencia. Entre nosotros en América Latina está Haití, un país en violencia, es un país la muerte de inocentes, de mujeres niños", señaló en la Sexta Estación el obispo Sergio Pérez de Arce quien invitó a decir: "Libera Señor a tu pueblo".
Pablo Melinao, beneficiario del Hogar de Cristo, también participó del Vía Crucis, entregando su testimonio en la Séptima Estación. "Me llegó esta invitación y quise estar aquí con ustedes. Decirme que mucha gente está pasando por penas, y hay que pedirle a Dios por todos ellos. Por el Presidente, por Chile y por quienes sufren".
También se oró por la convivencia de Chile, por la seguridad, por la dignidad, por las autoridades de la región y del país.
La penúltima Estación se vivió en el Consultorio Santa María Josefa de las Siervas de Jesús. "Llevamos en esta ciudad muchas décadas. Hemos llegado por designios de Dios buscando un campo apostólico para extender esa caridad de la Santa Madre. En este consultorio brindamos lo que está dentro de nuestras posibilidades porque las necesidades son muchas. Intentamos seguir prolongando ese amor por Jesús que es un legado de nuestra Santa Madre para seguir extendiendo este corazón misericordioso de Jesús. Nosotras nos alimentamos en la presencia del Señor constantemente para salir a ayudar al hermano que está sufriendo", dijo la hermana Manuela.
La procesión de detuvo en la Cárcel de Chillán orando por quienes están privados de libertad. Al finalizar en la entrada del Templo San Francisco, el obispo precisó que Jesús muere en la esperanza de la resurrección. Antes de ingresar a la iglesia los fieles participaron de la Colecta Lugares Santos (para ir en ayuda de la misión pastoral en países en conflicto) y una vez dentro de la Iglesia San Francisco, todos tuvieron de un momento de adoración y comunión.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 29-03-2024