Durante el día se celebraron dos Eucaristías, la primera Presidida por el Padre Teóforo y concelebrada por el Padre Cesar Márquez , la segunda presidida por Monseñor Santiago Silva Retamales, obispo de Valdivia y luego de ella se realizó la procesión para ingresar las imágenes de María y José por caminos separados para reunirse en las puertas del templo y recordar así la celebración del desposorio.

Desde muy temprano y con gran devoción los asistentes esperan la bendición del Padre Teóforo de Jeu Zandvliet, Sacerdote Holandés, quien desde la año 1962 llegó a ser párroco de la comunidad y actualmente acompaña en la misión de Cuinco, Camino a San Juan de la Costa, quién ha impulsado y apoyado a la comunidad durante muchos años, siendo parte de la tradición de los peregrinos saludar con mucho cariño a este anciano sacerdote que los conoce, en su mayoría, desde pequeños y es parte de su historia de fe.

El estudiante de Pedagogía en Historia y geografía, Andrés Molina perteneciente a la comunidad de la Misión Trumao, quien desarrolla su tesis en relación a este tema nos comenta: “En 1848 los sacerdotes Franciscanos se retiran de la Misión y son relevados por un grupo de sacerdotes capuchinos italianos. Son estos últimos misioneros los que traen consigo la festividad desde Italia, por lo que se puede decir que, la devoción a los Desposorios de la Virgen con San José cuenta con más de 170 años de presencia en la localidad de Trumao.”

Durante la Eucaristía y procesión Monseñor Santiago Silva Retamales, invitó a los fieles a seguir cultivando la fe, siguiendo el ejemplo de María y José, construir familia, buscar educar a los hijos y nietos en la fe, siendo agentes de cambio en la sociedad actual desde nuestros lugares.

Finalmente el Padre Cesar, decano de San José, agradece a la comunidad que preparó la festividad y los anima a seguir participando cada año con fe y alegría.

Fuente: Comunicaciones Obispado de Valdivia
Trumao, La Unión, 27-01-2024