Secretaria general adjunta del Episcopado participó en Escuela de Verano Zona del Maipo promoviendo la sinodalidad
La Escuela de Verano de la Zona Maipo, que se realizó en el Colegio Domingo Matte Mesías de Puente Alto entre el 3 al 12 de enero, contó con la participación de cerca de 400 personas de diferentes comunidades parroquiales de la zona. El objetivo de esta instancia formativa fue profundizar en temas pastorales y teológicos, así como también promover transversalmente la sinodalidad.
Por ello la escuela de la fe padre Lorenzo Schanberger, que contó con 14 cursos presenciales, tuvo como lema “Caminemos juntos en sinodalidad con la alegría del Evangelio”.
Valeria López: El desafío de implicar a más personas en la vivencia de la sinodalidad Teniendo en cuenta lo anterior, se invitó a Valeria López, secretaria general adjunta de la Conferencia Episcopal, a dar la clase magistral de cierre de la instancia formativa, para compartir su experiencia de participar con voz y voto en la Asamblea Sinodal.
López destacó la importancia de la sinodalidad como un camino de discernimiento y escucha mutua. Durante su exposición, López enfatizó que la sinodalidad es caminar juntos, ”escucharnos mutuamente, para discernir qué nos dice el Espíritu Santo", agregando que es un camino que implica la participación de todos los miembros de la Iglesia, desde los diversos carismas.
Sobre su participación en la Escuela, Valeria López expresó: “Estoy muy agradecida de haber sido convocada para compartir con tantos hermanos y hermanas de la Vicaría de la Zona Maipo, que estaban en su escuela de verano, lo que fue la experiencia de haber participado en la Asamblea del Sínodo. En primer lugar, porque siempre es una alegría ver a tantas personas convocadas con interés en formarse, en aprender con un único objetivo, que es la misión, evangelizar”.
También, valoró la oportunidad de “cumplir de cierto modo con el mandato que nos hicieron a quienes participamos, de poder implicar a una mayor cantidad de personas. A algunos que quizá hasta este momento no estaban muy involucrados en lo que fue el proceso y el camino sinodal -o por desconocimiento o distintas circunstancias- y poder llegar a quienes no habíamos llegado con lo que significa la sinodalidad para la iglesia”.
Si bien reconoce la dificultad de “expresar toda la riqueza de sinodalidad que tuvo la asamblea”, agradeció la posibilidad de poder compartir con agentes pastorales de una de las vicarias que congrega más personas de la Arquidiócesis de Santiago: “lo que significó para nosotros estar reunidos durante un mes con personas que provenían de distintas geografías, que hablaban distintos idiomas, que tenían distintos carismas, pero que trabajamos juntos en un camino de discernimiento”.
“Espero haber transmitido, en parte por lo menos, lo que fue esa rica experiencia de sinodalidad, que fue la Asamblea Sinodal, en la que tratamos de ir discerniendo lo que el Espíritu tenía para decirnos, llegar a algunos consensos, descubrir cosas en las que tenemos que seguir trabajando y profundizando”.
La sinodalidad está al servicio de la misión
El vicario de la Zona Maipo, pbro. Rodrigo Magaña, subrayó que la sinodalidad es un camino de crecimiento para la Iglesia, que puede ayudar a ser más adultos en la fe y asumir nuestra responsabilidad compartida en la misión de la Iglesia.
“Esta invitación a Valeria es parte como de un proceso que hemos hecho ya en las asambleas decanales que tuvimos a final del 2023. Queremos dar elementos básicos para comprender la sinodalidad, como ella misma ha mencionado, un concepto que a veces se entiende de diferentes maneras. Entonces, tratar como de buscar cuáles son los elementos esenciales para que uno haga su síntesis”, explicó el vicario.
También agregó el interés de ayudar a reconocer cuáles son los elementos de sinodalidad que ya vivimos: "es algo esencial en la Iglesia que puede ser que esté un poco cubierto de capas de malos manejos, de conflictos de poder. Pero sí la Iglesia es realmente sinodal, como es obra de Dios, como es una; entonces también yo creo que, con los ojos de la fe, podemos reconocer, porque yo creo que la mayor parte del tiempo sí vivimos con muchos anhelos y con muchos vínculos de comunión y sinodalidad”.
"La sinodalidad está al servicio de la misión y si la misión de la Iglesia es amar a Dios con todo el corazón y amar como Jesús amó, ahí están los elementos que podemos seguir avanzando, o sea, mirémonos desde la sinodalidad, pero no miremos como la finalidad, como una meta, sino como el camino. Y si es obra de Dios, el Señor va adelante y él ya lo está haciendo”, recalcó Magaña, añadiendo que “Tal vez tenemos que descansar en ponerle nombre, en ceder espacios de poder -como lo ha hecho el Santo Padre, que sin ser exigible a él dar voto, dio voto- y me parece que nosotros, los párrocos, sin ser exigibles, podemos dar votos en materias vinculantes. En tantas decisiones que hacen al laico tener la experiencia de ser más adulto en la fe. Porque esto no es un día para otro. Si los presbíteros en relación al obispo y si los laicos en relación al presbítero, a veces hemos vivido un poco escolarmente, aunque seamos adultos por años, pero un poco infantilmente como un crecimiento verdadero en la fe en la vida cristiana, en la pastoral, en nuestros vínculos, en la organización, nos va a hacer actuar y la única manera de probar la adultez de alguien es dejarlo hacerse cargo de sí mismo”.
La corresponsabilidad parte con acciones pequeñas
Por su parte, la encargada de formación de la Vicaría del Maipo, Isabel Martínez, explicó que la sinodalidad es un proceso que se está promoviendo desde hace un tiempo en las comunidades de la zona: “Lo fuimos tratando de a poco, lo hemos tratado de ir incorporando y hay varias comunidades, que están de sus consejos parroquiales, también estructurados. Entonces han sacado pequeñas cápsulas y lo tratan en sus reuniones también. Entonces la idea es que este año 2024 el foco sea, aparte de la centralidad en Jesucristo, la sinodalidad. Irlo trabajando en todas las áreas donde nosotros vamos a hacer instancias formativas. En todos los encuentros, vamos a ir poniendo el sello, sinodal”.
Martínez resaltó la importancia de ir incorporando el ejercicio de la sinodalidad en todo: “incluso en lo más pequeño. En una eucaristía, que participen todos. En esta misma escuela hubo secretarios de curso, algo que antes no se hacía y por lo tanto, la corresponsabilidad parte con acciones pequeñas”, agregando que algunas personas valoraron sentirse por primera vez tomados en cuenta. “Es clave dar la confianza, dejar de estandarizar la fe, porque la estandarizamos de repente y si no se cumple con los estándares, no eres parte. Entonces no, eso no puede ser así entre nosotros. Si es caminar juntos, caminamos todos juntos”.
Fuente: Comunicaciones CECh
Puente Alto, 17-01-2024