Obispo de Osorno pidió al Señor “les conceda la gracia de nacer en sus corazones regalándoles paz y esperanza”
En profundo recogimiento la Iglesia osornina esperó y contempló el Nacimiento del Niño Dios con la Santa Misa en templos de los distintos Decanatos de la Diócesis de Osorno.
En la Catedral San Mateo Apóstol, la celebración eucarística se inició con solemne procesión por la nave central del templo, donde integrantes de la Catequesis Inclusiva, representaron el Pesebre Viviente que rodeó en contemplación a la imagen de Jesús Niño a los pies del Altar del Señor.
Después del momento de Comunión, y de la bendición de los niños y niñas presentes en la Santa Misa, monseñor Carlos Godoy Labraña recorrió los pasillos de la Iglesia Mayor de la Diócesis de Osorno, alzando en sus brazos a Jesús recién nacido, mientras la asamblea realizaba algún signo de reverencia y adoración al Hijo de Dios en esta fiesta de su Natividad, y el coro cantó bellamente “Noche de Paz”.
Al finalizar el peregrinar al interior de la Catedral San Mateo Apóstol, el obispo de la Diócesis de Osorno bendijo con dicha imagen del Salvador del mundo, a la feligresía presente, y llevó finalmente al Niño Dios hasta el pesebre, ubicado a un costado del presbiterio, donde las figuras de San José y la Virgen María, además de los Pastores, Reyes Magos y animales, contemplan el Nacimiento del Redentor del mundo: Jesucristo.
Por otra parte, el Pastor de la Iglesia osornina, expresó su deseo de Feliz Navidad a la asamblea y sus familias: “Que Jesús, nacido pobre en Belén, les conceda la gracia de nacer en sus corazones regalándoles paz y esperanza. Que este nuevo año sea bueno para todos nosotros, bendito y lleno de alegría”.
Subrayó la sencillez, la simpleza y luminosidad con que el Señor irrumpió en la historia de la humanidad. También explicó que: “hoy la tendencia es a quejarse de los pocos que somos en la Iglesia, de la baja de vocaciones, de la poca presencia de jóvenes en nuestras parroquias y comunidades. Pero, poco nos preocupamos de ser mejores cristianos, de crecer en calidad humana, de mejorar nuestros modos de relacionarnos, de ser una verdadera parábola de comunión. Estoy seguro de que crecerá el número de cristianos en nuestras comunidades en la medida en que nos vean más consecuentes con el evangelio de Jesús”
Continuó su mensaje, y preguntó: “¿Qué espacios de nuestro ser tiene que ser iluminado por el pesebre? ¿Qué situaciones de nuestros barrios y poblaciones tienen que ser iluminadas por el nacimiento del Salvador? ¿Qué persona cercana necesita ser iluminada para poder enfrentar su dificultad?”. También aseguró que Dios ha iluminado esta santísima noche con la claridad de Cristo, e invitó a la feligresía a no temer dejarse “iluminar por Jesús, no temamos, porque hemos recibido una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, nos ha nacido el Salvador, que es el Mesías, el Señor”.
“El Salvador del mundo viene a compartir nuestra naturaleza humana, no estamos ya solos ni abandonados”, enfatizó e instó a contemplar el pesebre, y a mirar a María, “ella mira atenta a su hijo, sus ojos se posan sin distracción en su pequeño cuerpo”, y enfatizó que hoy es motivo de gran alegría, especialmente para los pastores que representan a los más pobres. “Hay que hacerse pobre para entrar en el pesebre, desprenderse de todo aquello que nos impida entrar en comunión con tan admirable misterio”.
“Contemplemos a la Madre y pidámosle que nos coloque allí, junto a su hijo. Acurrúcanos también a nosotros Madre, arrópanos con el manto de la fe para dejarnos tocar por el misterio del Dios hecho niño. Colócanos junto a tu Hijo para que comprendamos que hemos sido creados para amar y servir a los hermanos y que, así como Jesús, seamos luz para los demás. Amén”, concluyó el obispo Carlos.
Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 25-12-2023
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