Este sábado 10 de julio, en una solemne eucaristía celebrada en el Santuario de Lourdes, en Quinta Normal, el Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, ordenó al diácono Patricio Kelter Bari como nuevo presbítero para la Arquidiócesis de Santiago. Lejos del lugar tradicional para estos efectos, en la Catedral Metropolitana, y con la presencia de familiares y amigos más cercanos, junto a sacerdotes del Seminario Pontificio Mayor, se realizó este importante acontecimiento, que fue transmitido a través del canal de Youtube del Arzobispado de Santiago.
La celebración, en la que se cumplió con todas las normas sanitarias vigentes, inició con la lectura del decreto y el diálogo entre el rector del Seminario Pontificio, Cristián Castro, con el obispo, para luego desarrollar la Liturgia de la Palabra, centrada en el llamado de Dios y la búsqueda de pastores.
“¡Qué hermoso tiempo para ser sacerdote!”
Tras la lectura del Evangelio, según San Mateo, el arzobispo subrayó que el camino de los cristianos es siempre camino de acompañamiento, de solidaridad, de entrega por la propia vida del otro. En este sentido, afirmó, “el sacerdote lo predica y debe vivirlo, ser siempre persona de diálogo y constructor de paz”.
Más tarde, agradeció a las familias de los sacerdotes y advirtió la importancia de seguir acompañándolos a través de la oración. “Piden sacerdotes, pero los sacerdotes no son ángeles que bajan desde el cielo. Son hijos de carne y hueso que nacen y crecen en las familias. Hijos a los que ustedes tienen que querer, acompañar, aconsejar, corregir, estimular y con quienes han de ir descubriendo cuál es la voluntad de Dios para ellos”, aclaró.
Finalmente, monseñor Aós pidió a Dios para que Patricio sea un buen sacerdote, “un sacerdote feliz, un perfume en medio de este aire viciado y enrarecido” e invitó a que con humildad y fe, “pidamos a Dios, el dueño de la mies, envíe más obreros a su campo, más sacerdotes a nuestra diócesis, porque la cosecha es abundante y los trabajadores son pocos. La cosecha es abundante… ¡Qué hermoso tiempo para ser sacerdote!”.
Rito e investidura
A continuación, el candidato al presbiterado se puso de rodillas, en señal de obediencia y respeto al obispo de la arquidiócesis y sus sucesores. Postrado en el piso, como señal de humildad y súplica, se cantó a una sola voz las Letanías de los Santos. Tras ello, el arzobispo impuso las manos sobre la cabeza de Patricio, como signo de infusión o entrega del Espíritu Santo, gesto que repitieron los otros sacerdotes presentes. Posteriormente, siguió la “Oración Consagratoria”, una solemne plegaria por medio de la cual el pastor confiere el orden sacerdotal a los diáconos. Desde este momento, Patricio dejó de ser diácono para convertirse en sacerdote, y fue revestido con una alba y estola en el cuello, por sus padres, Loreto y Christian. Además, recibió la unción de sus manos con el crisma o aceite sagrado, por ser estas manos las que impartirán la bendición y consagrarán el pan y el vino como Cuerpo y Sangre de Jesucristo.
Tras este rito, la eucaristía continuó con la participación del recién ordenado padre Patricio como concelebrante en el momento de la consagración. Posteriormente sus padres, con visible emoción, recibieron en manos de su hijo sacerdote, la comunión.
“Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor”
Al finalizar la celebración, el presbítero dio a conocer su lema sacerdotal, denominado “Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor”, y que está inspirado en una frase de San Juan de la Cruz. Pues, en los tiempos que corren, “donde impera lo práctico y lo material, me recuerda que lo que vale la pena y a lo que me invita Jesús es a amar”, señaló.
Padre Patricio asumirá su primera tarea como sacerdote en la parroquia Transfiguración del Señor, en Puente Alto, pidiendo “al Señor de todo corazón, poder aprender de la gente, poder aprender del Pueblo de Dios, poder aprender de lo que ellos me quieren enseñar, pues, son comunidades que han peregrinado a lo largo de la vida buscando al Señor. Con toda humildad y pobreza regalarles y anunciarles el amor de Dios. Hoy, en estos tiempos que corren, más que hablar a las mentes, creo que es imperante hablar a los corazones”, puntualizó.
La maravillosa noticia
Aún conmovida, la madre del nuevo presbítero, Loreto Bari Guevara, comentó que culmina un proceso que duró muchos años, y en que ha sido fundamental el apoyo y compañía de la familia y amigos. Ahora, dice, rezará y pedirá al Señor para que suscite en más hogares este llamado. “Patricio se decidió a esta vocación maravillosa, alrededor de los 25 y 27 años, después de haber buscado su camino en la universidad, se decidió a esto. El recibimiento que tuvimos como padres fue de una alegría y una bendición enorme hasta hoy. Ha sido maravilloso, ha sido lindo, dichosos de tener este privilegio, pues es un privilegio el tener a un hijo sacerdote. Le doy todos los días gracias a Dios por esta vocación de mi hijo”, explicó.
Primera misa: “Tenemos que caminar de dos en dos, nunca solos”
En la Villa Nocedal, ubicada en la comuna de Puente Alto, el nuevo sacerdote de Santiago celebró su primera eucaristía en la parroquia La Transfiguración del Señor. Para preservar los aforos destinados en recintos cerrados, la celebración contó con un grupo reducido de presbíteros, familiares y amigos, quienes acompañaron a padre Patricio en este importante momento, que fue transmitido vía streaming para toda la comunidad.
A la luz de las palabras proclamadas y tal como el profeta Amós, quien le dice al Señor que es más que un cultivador de árboles, el nuevo sacerdote señaló: “Yo, cuántas veces le dije a Dios en el seminario que yo no era más que un cocinero”, y luego prosiguió: “pero tu, Señor, me seguías invitando y alentando, mostrándome tu amor”.
Cuando Jesús llamó a los doce y los envió de dos en dos, existe una semejanza que el padre Patricio resaltó con su vida, pues, no ocultó su gratitud por experimentar tan vivamente en su corazón esta vocación a la vida religiosa con sus hermanos sacerdotes. “Creo que este es el camino que tenemos que seguir de ahora en adelante, sobre todo como presbiterio de Santiago, que hemos visto que es un presbiterio que ha sufrido, que tiene algunas heridas fuertes, así tenemos que caminar: de dos en dos. Nunca solos”, afirmó.
Finalmente, el nuevo sacerdote hizo una invitación para abrir el corazón y dejarse tocar por el Señor, “para que también vivamos una vida simple, una vida abierta al Señor, con un corazón abierto. Sin cosas espectaculares, sin ir más allá de los bienes materiales que pueden estar o no estar. Es tener puesto el corazón en el Señor. Es tener la alegría en el Señor, es tener puesta la esperanza, la paz y la tranquilidad en el Señor”.
Antes de la bendición final, el padre Alejandro Vial, párroco de la Transfiguración del Señor de Puente Alto, dedicó palabras para felicitar y agradecer la presencia de Patricio en la comunidad. “Gracias a Dios, por regalarnos y permitir caminar junto a padre Patricio, tanto en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes y hoy, en la parroquia la Transfiguración del Señor. Quiero darle gracias a Dios, porque de verdad con Patricio he aprendido mucho en este tiempo. Uno, que es cura viejo, igual aprende”, comentó con humor.
María Magdalena Morales, secretaria y coordinadora parroquial de la Transfiguración del Señor, valoró la presencia del nuevo presbítero, pues tendrán la posibilidad de celebrar misa todos los días, “porque habrá dos sacerdotes en la parroquia y la gente podrá venir a confesarse; tenemos muchos adultos mayores que necesitan la unción de los enfermos, entonces, son muchos los beneficios que nos va a traer… Nosotros tenemos a muchas personas que no tienen sus sacramentos y a veces, acuden a la parroquia para hablar con un sacerdote. Entonces, ahora tendremos mucha más cobertura para recibir a las personas, que en muchas ocasiones vienen afligidas”, mencionó.
Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 12-07-2021