En medio de la grave crisis sanitaria y social por covid-19, la Iglesia de Santiago duplicó sus servicios de pastoral social y de formación, aumentando también en más de un 30% los beneficiarios de servicios de culto. La cuenta pública, presentada a todos los fieles vía telemática, arrojó que durante el 2020 se produjeron ingresos por $11.276.018.000 y gastos por $11.291.538.000, generándose un déficit de $15.529.000.
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La cuenta pública se realizó el viernes 4 de junio en dos ediciones. La primera las 16:00 h, para los trabajadores y trabajadoras de la institución, y la segunda, a las 18:30 h, para los y las fieles de la arquidiócesis, donde participaron principalmente los consejos pastorales económicos de las diferentes parroquias.
Durante la presentación el Vicario General y moderador de la Curia, monseñor
Cristián Roncagliolo, advirtió que la Cuenta Pública no es un mero reporte financiero ya que además de los temas económicos “expone la acción y el servicio pastoral del arzobispado”.
Luego del saludo del obispo Roncagliolo, el ecónomo
Mauricio Domínguez presentó la cuenta desde tres ámbitos: 1) servicios de culto; 2) pastoral social y obras de misericordia; y 3) formación.
Resultados
Es importante aclarar que esta cuenta corresponde al trabajo de la curia arzobispal. Esto significa, la gestión de las vicarías territoriales y ambientales, las delegaciones y equipos administrativos del Arzobispado de Santiago. No se considera por consiguiente la gestión de las 215 parroquias y 499 capillas de la arquidiócesis.
Como ya se dijo la Iglesia de Santiago duplicó sus servicios de pastoral social y de formación, aumentando también en más de un 30% los beneficiarios de servicios de culto. ¿A qué se debe esta fuerte alza? Principalmente debido a las restricciones de desplazamiento y cuarentenas por la pandemia por covid-19. De esta forma el servicio pastoral debió adaptarse a una forma online y telemática, lo que hizo que ese alcance creciera.
Respecto del culto (eucaristías, peregrinaciones, procesiones, retiros, encuentros, entre otras), se informó que todas las actividades se realizaron vía plataformas virtuales, lo que permitió aumentar en más de 70 mil personas los beneficiados respecto al período anterior. En efecto, en 2019 se llevaron a cabo 331 actividades presenciales de culto para 210.182 beneficiados. En 2020 la cifra subió a 590 actividades virtuales, con 284.918 beneficiados.
En el ámbito de la gestión comunicacional el Arzobispado de Santiago llegó con su mensaje evangelizador a 187.000 personas diariamente, en promedio. Lo anterior a través de la gestión comunicación externa, interna, redes sociales y web, entre otras.
En el ítem de servicio de pastoral social y de obras de misericordia (cajas de alimentos, comedores, campañas, centros de atención, entre otras), se mantuvieron las actividades presenciales, como los comedores parroquiales, el servicio en ollas comunes, el funcionamiento de casas de retiro, oficinas y colegios de la Iglesia de Santiago como residencias sanitarias, etcétera. Dichas instancias de carácter presencial se complementaron con otras de tipo virtual, como el proyecto “Fono Escucha, estamos Contigo” (de acompañamiento psico-espiritual para la ciudadanía en pandemia) y el proyecto de apoyo al emprendimiento migrante. Los beneficiados se duplicaron respecto al año anterior, pasando de 163.639 en 2019 a 332.532 en 2020.
Por último, en servicios de formación (jornadas, escuelas, retiros, diplomados, cursos, capacitaciones, etcétera), se aumentó en casi 500 actividades y también se duplicó la cantidad de beneficiados, llegando a los 407.657 durante el período 2020. Entre las actividades que se destacaron están la Semana Teológico Pastoral, escuelas estacionales, retiros de profesores de religión y otras instancias.
Ingresos y egresos
Respecto a la gestión financiera, el ecónomo informó que el período 2020 se produjeron ingresos por $11.276.018.000 y gastos por $11.291.538.000, generando un déficit de $15.529.000
El déficit se explicó debido a la baja en los ingresos que tuvo la institución. “Las caídas fueron transversales en los tres ítems que sostienen económicamente al arzobispado: fondos concursables, ingresos por concepto del 1% y arriendos” explicó Domínguez. “Sobre el 1% -agregó- si bien bajó la cantidad de ingresos por ese concepto, se mantuvo la cantidad de erogantes, lo que es positivo”.
Cabe mencionar que en 2018 los ingresos fueron de $12.358.678.000, los egresos de $12.354.959.000 y se produjo un superávit de $3.719.000. En 2019, los ingresos correspondieron a $12.755.194.000, los egresos a $12.750.185.000 y hubo un superávit de $5.009.000.
El público de la cuenta
En la Cuenta Pública participaron trabajadores y trabajadoras del arzobispado, obispos auxiliares de Santiago, vicarios, representantes de fundaciones católicas, encargados de los consejos económicos parroquiales, del 1% y presbíteros, entre otros.
Los participantes de ambos Zoom tuvieron la oportunidad de hacer preguntas y plantear reflexiones al finalizar la presentación de la cuenta. Entre quienes manifestaron su opinión se repitieron muestras de agradecimiento y asombro. Esto último al constatar que el déficit económico es menor, y sobre todo que se aumentaron exponencialmente las actividades pastorales beneficiarios.
Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 07-06-2021