Reconocer iniciativas, reflexionar sobre los nuevos desafíos pastorales y conocer testimonios de agentes que ayudan a encontrar nuevos caminos de evangelización, marcaron la primera asamblea zonal sur de este año. La jornada, contó con la participación de cerca de 200 personas, entre laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas de las diversas parroquias que componen la vicaría.
La actividad se desarrolló este sábado 17 de abril a través de la plataforma Zoom y comenzó con las palabras de monseñor Julio Larrondo, vicario de la Zona Sur, quien destacó la labor de cada uno de los agentes pastorales. “En este tiempo, cada comunidad ha hecho el esfuerzo de aprender y descubrir la manera de acercarse a sus comunidades. Impedidos de encontrarse presencialmente por la pandemia, han debido buscar las herramientas para generar obras y acciones para palpar el dolor y el sufrimiento de tantas personas”, analizó.
Apostolado de la bondad
A la luz de la encíclica Fratelli tutti, el padre Christián Reyes de la parroquia Nuestra Señora de La Victoria, reflexionó que, en este tiempo, “todos hemos aprendido que la salud no basta sólo con no enfermarse, sino que tiene que ver con un bienestar integral, en lo físico, lo emocional y espiritual, en definitiva, tiene que ver con la dignidad de las personas (…) He visto cómo las parroquias pueden ser un espacio de articulación y de encuentro”.
Sobre lo anterior, el sacerdote detalló la experiencia en comedores populares que lleva en la zona, donde hasta ahora, por medio de ollas comunes, entrega 200 colaciones cada noche; el inmenso trabajo con personas en situación de calle y migrantes expulsados de campamentos y la generación de puntos de internet para pobladores de La Victoria, entre otras iniciativas.
Seguir a Cristo online
Otro punto que trabajó la asamblea fue el acompañamiento espiritual online y sus acciones de evangelización que desarrollan en la zona. Allí, testimonios de agentes pastorales de las parroquias San Pedro y San Pablo, y de la Damián de Molokai, explicaron cómo a través de la creación de canales Youtube y grupos de whatsapp, pudieron comenzar a transmitir misas a diario y estrechar lazos entre las diversas comunidades.
“Los animadores de las comunidades han estado muy preocupados de proveer insumos y materiales para aquellos que no se pueden conectar online. La idea es que puedan rezar en familia, armando pequeños altares en sus hogares y en el fondo, que no sea una transmisión pasiva, sino que estén muy activos desde sus casas”, agradeció el padre Samuel Mancilla, párroco de San Pedro y San Pablo.
El desafío de lo virtual
Por último, la hermana Edwviges Martínez, desglosó el trabajo de formación online que lleva la zona desde el año pasado. La religiosa explicó tres desafíos que han generado en este tiempo. El primero, fue la formación online, donde ofrecieron un taller sobre autocuidado para los agentes. El siguiente reto fue romper con la resistencia a dejar la anterior forma de encontrarse y sumarse a lo virtual y, por último, instancias para generar herramientas necesarias y capacitaciones.
Para la religiosa ha sido un gran desafío trabajar de manera virtual en la pandemia: “Fue un repensar de cómo trabajar la formación que se realiza en las comunidades, pero ahora de manera virtual. De esa manera, ha sido un impulso para seguir explotando y sacando toda la creatividad. Emprendimos este camino entre todos con la finalidad de generar una colaboración mutua. Todas estas dificultades nos llevaron a generar una mejor escucha, a estar más cercas y a tener paciencia para así, descubrir juntos los caminos que el Señor nos quiere invitar a navegar en este tiempo”, donde valoró los resultados pastorales.
La asamblea terminó con una pequeña reflexión a través de grupos pequeños, donde analizaron las tres experiencias que se presentaron en la actividad y cómo se pueden trabajar a futuro tras la pandemia.
Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 19-04-2021