Los feligreses antofagastinos vivieron con gran devoción la Semana Santa en las distintas parroquias y capillas de la Arquidiócesis.
Es así como el Viernes Santo se inició con retiro y con jornadas de reflexión con el propósito de acompañar a la comunidad en el proceso de meditación de la Pasión del Señor.
Posteriormente, durante la tarde, ya pasada las 18:00 horas en las diferentes unidades pastorales se celebró -y en algunas ocasiones se representó- el Vía Crucis. En el caso de la Iglesia Catedral de Antofagasta el Vía Crucis fue presidido por Monseñor Ignacio Ducasse Medina, Arzobispo de Antofagasta, quien recorrió las principales calles de la ciudad junto a más de 300 feligreses.
“En el día en que la Iglesia hace memoria de la muerte de Cristo, todos los cristianos esparcidos por el mundo entero, nos cobijamos bajo la cruz del Señor. Cruz gloriosa y bendita, árbol de la vida. Lo hacemos recorriendo en sentida meditación las estaciones del Vía Crucis. Lo expresa la religiosidad popular en las procesiones del Cristo y de la Virgen Dolorosa que en medio de las ciudades y pueblos de nuestro tiempo, tan ajenos al misterio, evangelizan a los hombres de hoy”, expresó Monseñor Ducasse a los fieles.
Además invitó a los presente: “hermanos y hermanas, pidamos al Señor, que ha sido levantado en alto, que desde su cruz, nos levante desde los suelos a los que nos apegamos y, podamos, por los frutos de su Pasión y Cruz, llegar a la Resurrección que ya desde ahora aguardamos. Así, con desborde de gozo ser testigos de aquel que desde la Cruz ha resucitado y nos ha dado vida nueva”.
Vigilia Pascual
Antofagasta durante la tarde del sábado Santo se preparó en las distintas comunidades para celebrar la Vigilia Pascual, es así como se efectuaron celebraciones especiales para niños y en un horario adecuado para los menores.
En tanto, el Arzobispo celebró la Vigilia Pascual en la Iglesia Catedral, donde manifestó durante su homilía: “después de haber acompañado a Jesús el gran Viernes Santo, en su camino de pasión hacia la muerte –explicada anticipadamente en la Última Cena y recordada por nosotros en la Eucaristía del Jueves Santo-, después de habernos detenido en una meditación silenciosa en la aridez del Sábado Santo, celebramos la Vigilia Pascual, la vigilia de las vigilias, “la madre de todas las vigilias”, como la llamó San Agustín”.
También Monseñor Ignacio Ducasse expresó: “quien encuentra a Jesús transforma su vida en gestos de solidaridad donde hay injusticia, en gestos de amor donde hay odio, en gestos de perdón donde hay ofensa, en gesto de paz donde hay violencia; en alegría donde hay tristeza”.
Finalmente, el Arzobispo de Antofagasta invitó a los fieles a: “renovemos nuestra fe en el Señor, renovemos nuestro bautismo, bautismo que es signo de nuestro seguimiento al Señor y de la convicción que nuestro gozo es dar a conocer, con nuestras palabras y obras, al Señor Jesús Resucitado”.
Antofagasta, 04-04-2018