El Obispo, quien dirigió la liturgia entró al templo en oscuridad y encendió, junto a monaguillos y sacerdotes, las velas de una gran cantidad de fieles que lo esperaban para que conmemora la resurrección de Jesús.

"Hoy celebramos que tenemos las certeza de que nuestro caminar , como el de Cristo, termina junto al padre y es eso lo que alegra la vida de nuestro mundo, de nuestras personas, de nuestras familias de nuestra iglesia, el resucitó", fueron las palabras del prelado en su homilía, donde además llamó a los presentes a llevar la luz a quienes no la conocen y a vivir en permanente coherencia con nuestra fe: "Hay muchos que no se dan cuenta, a lo largo y ancho de nuestro mundo y de nuestra patria, y nosotros tenemos que anunciar esta luz de Cristo, sobre todo anunciar la vida futura, con nuestra vida de coherencia a la fe".

Siguiendo la liturgia, el Señor Obispo bendijo el agua y con sus velas encendidas los presentes renovaron sus promesas bautismales, renunciando plenamente al pecado, y confesando su fe en Cristo.

Para terminar, Monseñor Juan Ignacio González salió en procesión por el costado del templo Catedral llevando consigo el Santísimo, para instalarlo nuevamente en la Capilla de adoración perpetua, la que su llegada renueva sus turnos de oración las 24 horas.

Fuente: Comunicaciones San Bernardo
San Bernardo, 16-04-2017