Por celebrarse en el “Año Sacerdotal”, especial significado tendrá la conmemoración de los cincuenta años de sacerdocio del Padre Teóforo de Jeu Zandvliet, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, que se realizará este sábado 7 de noviembre a las 11:00 hrs. en Misión Cuinco.
El 25 de agosto el padre Teóforo celebró 48 años de presencia misionera en Chile, 35 de los cuales los vivió en Misión Trumao, parroquia “Desposorio de la Virgen María y San José” perteneciente a la diócesis de Valdivia, limítrofe con Misión Quilacahuín.
El padre Teóforo nació en Holanda el 27 de diciembre de 1929, era el mayor de una numerosa familia de 11 hermanos. Fue ordenado sacerdote el 27 de julio de 1959. En 1961 lo enviaron a la Misión de los Padres Capuchinos en Quilacahuín; llegó a Valparaíso el 25 de agosto del mismo año. Inmediatamente se dirigió a su destino donde comenzó un trabajo de visita a las familias y a los niños de la escuela en la Misión. Actividad importantísima para él, que anhelaba el contacto con la gente sencilla, lo que a la vez le permitió iniciar el aprendizaje del idioma español.
El 25 de diciembre de 1961 fue testigo del gran incendio que consumió la iglesia, el colegio y el convento de los Hermanos Capuchinos en Quilacahuín. Por encargo de sus superiores en febrero de 1962 llegó a Misión Trumao para hacerse cargo de la parroquia. En 1991, luego de permanecer 29 en dicho lugar, fue nombrado párroco de Quilacahuín sin dejar de serlo en Trumao. En 1994 fue nombrado párroco en Misión Cuinco, ejerciendo al mismo tiempo en Trumao hasta que definitivamente en 1996 se queda solamente en la parroquia “Cristo Resucitado” de Cuinco.
En septiembre de 2009, en el contexto de la celebración del Año Sacerdotal, señalaba para la Revista diocesana “Hacia la Cumbre”, nº 179: “Es tan grande el sacerdocio, que comprendo que es una elección, una gracia recibida sin meritos personales, lo que Jesús mismo dijo a los apóstoles: ‘Ustedes no me eligieron a mí, sino Yo a ustedes para que vayan y den mucho fruto’. Por eso siento la responsabilidad de ayudar como instrumento en la salvación del mundo. No quiero perder ningún día de celebrar la Santa Misa. Es el sacrificio de Jesús que se hace presente para salvar el mundo y que nos ayuda a conformarnos cada día un poco más al Sumo Sacerdote Jesucristo”.
En diciembre del presente año el P. Teóforo de Jeu celebrará 80 años de vida, con un poco menos de fuerzas pero llevando adelante su infatigable labor pastoral, por el bien de la gente del campo. Actualmente recorre las 15 comunidades rurales de su parroquia con un programa mensual de visitas a las familias, celebrando la Santa Misa en las casas, escuelas y en las capillas de Huillinco, Forrahue, Los Hualles y Cohiuería.
Fuente: Comunicaciones Osorno.
Osorno, 05-11-2009