"Cuando siento que el mundo se va a derrumbar sobre mi en cualquier momento, que las adversidades son más grandes que mis fuerzas, que no hay nada ni nadie capaz de ayudarme, me sirve mucho el recordar una pequeña frase que forma parte de una linda canción de la Hermana Glenda y que dice: ?¿Por qué tengo miedo, si nada es imposible para ti?? Y es que uno de los problemas a los que nos enfrentamos como católicos comprometidos, es que a veces en nuestro afán de querer obtener resultados rápidos, nuestra soberbia se va haciendo más grande que nuestra fe; somos testigos de que las cosas no están saliendo como las planeamos, que nuestro proyecto de evangelización está detenido, que nuestra comunidad no está participando tanto como debía y nos preguntamos qué es lo que estamos haciendo mal; lo que no es del todo incorrecto, siempre y cuando nos quede claro que habrá que esperar cual es la voluntad de Dios. Fuente: Catholic.net Autor: Beatriz Cruz. Boletín no. 14 Misión Aparecida, ¡Manos a la obra!
Al leer el párrafo de este e-mail que recibí me surge expresar la siguiente reflexión sobre la evangelización escolar:
Estoy totalmente de acuerdo que cuando las cosas no salen como pensamos o queremos...sí...la solución está en entregarnos a la Voluntad de Dios que fue el inicio de hacer algo pero no salió como uno quiere.
Yo soy profesor de religión Católica ?con mis cualidades y defectos- de enseñanza media (secundaria) de 600 alumnos estudiantes entre 1º y 4º en Santiago, y veo y siento y percibo y escucho todo lo que el relativismo consumista está causando en los jóvenes...cada clase es una lucha contra esas ideas... pero he concluido que no hay que pelear intelectualmente con ellos, sino pelear con el ejemplo: primero ser amable, acogedor, escuchador y demostrativo con mis propias actitudes que la fe en Dios Trino es vivible y concreto...cuando esto sucede los jóvenes te miran y se cuestionan...entonces el Espíritu Santo actúa... ¡Conversión!
Pero hay huesos tan duros de roer, que siguen insistiendo en contradecir lo bueno y favorecer lo que contradiga a Dios o la Iglesia Católica...entonces pienso en la Voluntad de Dios...y me digo a mí mismo ¡Él sabrá que hacer!...yo hice mi mejor esfuerzo... mañana será otro día y debemos continuar evangelizando en el contexto escolar que es la misión que Jesús me dio...regresamos a casa y nos encontramos con nuestra familia...y mañana nuevamente estamos es nuestro colegio...¿cuál será la Voluntad de Dios?
Rodolfo Mendoza
Profesor de Religión Católica