Descanso Dominical: Un bien para la sociedad
Muy estimado Mons. Manuel Camilo Vial:
Le agradezco mucho por su ánimo de pedir por el descanso dominical. Yo escribo a Ud. desde Austria. Pasé por Alemania y en estos dos países todos los negocios y supermercados están cerrados los domingo. Se ha recuperado en su totalidad el descanso dominical.
La experiencia ha sido rica, porque el pueblo se dio cuenta de que las familias se desunían con esta práctica ya que se terminaron los almuerzos familiares, donde era posible el intercambio de problemas porque una parte de cada familia trabajaba ese día . Las festividades, en plazas y pueblos, no se podrían hacer los domingo por la tarde porque la gente estaba en los supermercados. Se perdió la parte cultural. Bajó también la cultura de la lengua por el cansancio.
La unión en las comunidades cristianas como los compromisos con las comunidades para la alabanza sufrieron un bajón grande. La cesantía no debe ser motivo para abrir los negocios.
En nuestro país hay 5.500.000 cesantes. Eso no es motivo para abrir los negocios en el día del descanso. Hay muchos motivos más que deben motivar a la gente cerrar a los negocios. Donde el materialismo domina, se pierde la espiritualidad y Dios queda al margen de la sociedad.
La historia humana ha revelado, que por no observar el descanso, la gente se enferma más. Es necesario leer nuevamente la carta pastoral del Santo Padre sobre el Domingo. Por favor, Uds. como Obispos, evalúen todo y pidan al gobierno que decrete el descanso nuevamente. Es para salvar muchos valores del pueblo.
Lo saluda,
P.Paulo Becker SVD, 25 años en Chile, y desde hace dos meses en Europa
P.
