Hola:
Me han dicho que no te gusta leer mucho, trataré de ser breve, solamente quiero compartir contigo la carta que le envíe a los adultos, sobre el movimiento que llevan a cabo, en ella me dirijo a ustedes también.
Un abrazo fraterno.
¡Ni muertos, ni dormidos, estaban ahí!
¡Qué noticia más hermosa hemos presenciado en estos días!, permítanme que parafraseando el evangelio de Jesucristo en las palabras de Juan Pablo II; ¡No estaban muertos, estaban dormidos! les dirija a los jóvenes de mi patria este mensaje de alegría y esperanza, al ver sus rostros descubiertos, limpios como siempre fueron, pacíficos, como el mar que los baña, reclamando el sitial que la patria les tiene reservado desde todos los tiempos.
¡¡Joven levántate!, Juventud Chilena Adelante!! ¡La patria les llama a ocupar su lugar en la historia!
¡Qué nadie les arrebate de sus manos este momento glorioso, de dulce triunfo, de bella conquista de la persona amada, que en primer lugar sois vosotros mismos!
Los jóvenes quieren su espacio, están reclamando ser constructores del país donde les toca vivir. Quieren ser protagonistas del presente y no espectadores pasivos, apáticos e indiferentes del mundo que les pertenece.
En buena hora, han descubierto que nadie va a hacer las tareas por ellos. Qué el Chile qué anhelan se construye en el aquí y en el ahora.
Qué absurdo es no comprender la dinámica de participación que reclaman. Qué torpeza más grande es ver las calles del país rayadas de graffiti y no entender su necesidad de identidad, de ser considerados. Qué ilógico es ver en los estadios la violencia desatada de barras bravas y no ver el grito desesperado de un protagonismo mal canalizado. Qué mezquino resulta no reconocer que tienen la razón, qué no quieren torcerle la mano a nadie, sino que simplemente sentarse a la mesa a conversar, de sus problemas y de los del país, que no se les moteja de esto y de lo otro, para descalificarlos.
Lo mínimo que podemos decirles a estos muchachos que se han puesto de pie, es:
¡Gracias, bienvenidos a ésta mesa para todos!, porque Chile la ganó para todos: larga para que nadie sea excluido, y angosta para que podamos mirarnos de frente a los ojos.
¡Joven Levántate!
¡La patria con sus brazos abiertos te llama, a conquistarla con amor, con justicia, con paz en el corazón, con la verdad en los labios, con libertad, con respeto por todos, con alegría y con esperanza!
¡La Patria en esta hora bendita te besa!
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