Durante 4 días ha estado con el "Pueblo de Atacama" su Pastor emérito, el amigo de muchos, el hombre sencillo en su vida y en su actuar, el defensor de los que no podían y temían hablar, el hombre consecuente, el amante de su Iglesia y de Jesús de Nazaret: Don Fernando Ariztía Ruiz.
Su paso por este pueblo no dejó indiferente a nadie. Quien no le conocía ha quedado maravillado de su bondad, de la libertad y tranquilidad de hablar sobre la muerte, de su muerte. Hasta en estas ocasiones nos enseña y nos hace reflexionar sobre la vida, la muerte y el encuentro con Dios.
Hemos respirado por unos pocos días el verdor de nuestra Iglesia, que sufre, que siente, que ama.
Don Fernando, el pastor, el amigo, (mi jefe por 11 años). Gracias por el testimonio de una radical opción de vida, una vida dedicada por Amor a Jesús, a los más pobres y a los más débiles.
Gracias por enseñar a amar a Jesús de Nazaret, a la gente sea quien sea, sólo por el hecho de ser persona, a amar la vida y hoy a amar la muerte.
Don Fernando ha sido la Presencia de Dios en Atacama y lo seguirá siendo, estando cerca, estando lejos o muy lejos.
Ximena Cáceres
Ex Secretaria de Mons. Ariztía
xcaceres@iglesia.cl
Ximena Cáceres
Ex Secretaria de Mons. Ariztía