Viendo anoche el programa de Iglesia Viva, me llamó la atención un capítulo dedicado a vivir la Navidad con Sentido, y aprovechando esta vitrina de nuestra Iglesia, me he atrevido con mucha humildad a reflexionar sobre esta palabra tan hermosa.
Si vamos al diccionario y buscamos la etimología de la palabra, encontraremos que su raíz proviene del latín nativitas, -atis, cuyo significado es Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, o sea no vienen al caso los nombres de Papa Noel, ó Viejito Pascuero, ni otro nombre que quiera proponérsele; sólo es significativo el nombre de Jesús, es Él quién nace y es a Él quién recordamos.
Desde niños nuestros Padres (en mi caso), nos alientan a recibir regalos y en algunas ocasiones ni siquiera merecidos. Hoy, después de algunos años de madurez llevo en el corazón la necesidad de poder tener una Navidad con Sentido, primero partiendo por mí. ¡Qué la regalaré a Jesús, este año!, porque es el quién está de cumpleaños.
Con seguridad que todos los defectos que tengo y que estoy trabajándolos, puedo ofrecérselo para erradicarlos mediante su auxilio y la oración.
Después de este ofrecimiento, me queda preocuparme por la Iglesia doméstica, mi familia. ¡Qué puedo ofrecerles a ellos, como regalo a Jesús, ser mas tolerante, menos orgulloso, menos vanidoso, mas asequible, menos cascarrabias y muchas más, y finalmente llegar a lo físico, al regalo, a quién entregarlo y dónde.
Existe una infinidad de hogares de menores, de niños enfermos, de niños abandonados, de niños que ni siquiera tendrán una persona que pueda conversar con ellos. Hay tantos abuelitos que están postrados en sus hogares de ancianos, de tanta gente abandonada en el camino, a la cual puedo llegar con mi presencia.
Es decir pasa por uno mismo, con solo un cambio de actitud de atreverse una vez a pasar una Navidad distinta, de ser consecuente con el Evangelio, y con lo que Nuestro Señor predicó y que hoy lo podemos hacer vida.
¡Qué forma de ver la Navidad, desde dentro de un Mall! Las personas se atropellan, se aglomeran, se vuelven locas comprando, porque a diario eso es lo que recibimos a través de los medios de comunicación, y ¿donde está Jesús en medio de esta batahola?
Navidad, es el tiempo más hermoso que podemos vivir, démosle un sentido para que este mundo sea más sensible y podamos con ganas decir:
¡FELIZ NAVIDAD SEÑOR JESUCRISTO QUE REDIMISTE AL MUNDO Y SALVASTE NUESTRAS VIDAS!
Jaime Ocaranza Yñesta
RUT: 3.639.362-9
