El portal de “Mujer Nueva” nos informa que Planned Parenthood (IPPF, por sus siglas en ingles) ha utilizado la crisis de Haití para solicitar fondos para sus clínicas de “planeación familiar en el país” que incluyen el aborto. Al mismo tiempo, un equipo médico a favor de la vida llegó a Puerto Príncipe para proporcionar servicios médicos de emergencia y ayuda de profesionales para realizar partos. Sin embargo, el programa de las Naciones Unidas para reducir la mortandad materna, el cual coloca como número uno el control de la fertilidad y el aborto, en el que Haití ha sido un blanco principal, ha mantenido uno de los índices más altos a nivel mundial de muertes maternas. Carmen Barroso, Directora Regional de la IPPF, el máximo proveedor de abortos en el mundo, justificó la recaudación de fondos para la filial IPPF llamada Profamil. En Haití el aborto es legal pero está altamente restringido. De acuerdo con el último informe anual de la IPPF, las ventas anticonceptivas son su segunda fuente más alta de ingresos en el hemisferio oeste después de las cuotas de los pacientes, obteniendo una suma anual de más de 25 millones de dólares. La Organización Mundial de la Salud WHO, World Health Organization y el Fondo Poblacional de las Naciones Unidas UNFPA, United Nations Fund for Population Activities, están entre los donadores internacionales más importantes de la IPPF, y las tres son parte del grupo de las Naciones Unidas llamado: Sociedad para la Salud Maternal, del Recién Nacido y del Niño, la cual promueve la “planeación familiar” como la forma número uno de prevenir la muerte materna. No obstante, por cada aborto se asesina no sólo a un niño inocente sino que a la propia madre que deberá luchar toda su vida con el Síndrome Post Aborto (SPA) que la daña sicológica y emocionalmente. Contradiciendo el largo consenso de la comunidad médica de que las mejores maneras de reducir la mortandad materna son el cuidado obstétrico de emergencia y las ayudas de profesionales relacionadas con los nacimientos, dando vida y no matando la vida. Un equipo obstétrico a favor de la vida de MCI (Matercare International) fue a Haití esta semana para llevar a cabo una valoración de las necesidades relacionadas con llevar a cabo una operación a largo plazo ayudando a la mujer haitiana. Robert Walley, Director de MCI y líder del equipo dijo que ofrecerá cuidado obstétrico de emergencia a las madres. Haití es el único país en el hemisferio oeste que está en la lista de las Naciones Unidas de los 25 países que tienen preferencia para los programas de salud maternal - que incluye el aborto - y por lo tanto ha recibido una distribución altísima de servicios de salud anticonceptiva y reproductiva. A pesar de ello, la isla tiene uno de los índices más altos de defunciones maternas a nivel mundial, y el más alto en el hemisferio oeste. Cerca de 11 mujeres mueren en Estados Unidos por cada 100 mil nacimientos de niños vivos, mientras que cerca de 700 haitianas sufren esta misma desgracia, esto es un índice cinco veces mayor que el promedio para la región latinoamericana y del Caribe. El aborto nunca será una solución. Por el contrario, agrava el dolor que ya padece un pueblo pobre y desamparado, pero donde el respeto del derecho a la vida es un signo de esperanza.
Pbro. Francisco Javier Astaburuaga Ossa
Asesor de Isfem por la Vida