La visita del Papa Francisco nos ha ido regalando cada día un sin número de gestos donde él se acerca a la gente, rompe el protocolo, asume los dolores de la iglesia y del pueblo creyente, y de todo hombre y mujer de buena voluntad, pide perdón, manifiesta el dolor la vergüenza vivida y recibe un grupo de víctimas. Se encuentra con los más pobres en el Hogar de Cristo, saluda y bendice a las presas y sus hijos en la cárcel, dialoga con los pueblos originarios en Temuco rechazando toda violencia, y acogerá a los emigrantes y la religiosidad popular en Iquique.
Todos tenemos esperanzas de que el Papa está mirando y escuchando al pueblo creyente, a Chile, sus esperanzas y sus reclamos. Dios providente nos llevará adelante para seguir sanando las heridas y apostar con coraje por la dignidad humana, acogiendo a las víctimas de abusos con caridad, justicia, respeto y acompañamiento como el Papa nos ha invitado a hacer realidad en su encuentro con el clero en la Catedral de Santiago.
P. Fco. Javier Astaburuaga Ossa
Sacerdote