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Opinión / Cartas al Portal


Aborto, crimen y castigo

En una reciente justificación pública del senador Ignacio Walker (DC) titulada "Aborto, crimen y castigo" sobre los fundamentos de su voto a favor de legalizar el aborto en Chile, cita la opinión contraria del senador Jaime Guzmán en la comisión redactora de la Constitución de 1980 y que lo rechazaba en todo tipo de circunstancias. Obviamente que el senador de la DC manifiesta su más evidente oposición al ex senador de la UDI.

Sin embargo, es lamentable que el senador Walker no citara a don Alejandro Silva Bascuñan, gran constitucionalista de la DC y que expresamente decía en esa misma comisión en la sesión 90 del 25 de noviembre de 1974 : “cuando se está estableciendo en la Constitución que debe protegerse la vida del que está por nacer, de ninguna manera se concede libertad al legislador para determinar, soberana y árbitramente, de qué manera va a protegerla, de modo que no le parece que pueda argumentarse que el legislador quedó libre para hacer lo que desea en materia de protección de los derechos del que está por nacer” (cf. E. De La Cuadra, “El derecho a la vida y a la integridad física”, Los derechos constitucionales, p. 145).

Obviamente que el espíritu de la norma es la preservación del derecho a la vida del embrión humano. Pero si aún existen dudas, el constitucionalista, P. Zapata (DC) en 1988 señalaba: “A partir de este reconocimiento nuestro régimen legal le garantiza al embrión ciertos derechos fundamentales: derecho a la vida, derecho a la integridad física y psíquica y el derecho a ser tratado como persona” (cf. P. Zapata, Persona y embrión humano. Nuevos problemas. Revista Chilena de Derecho, 15 (1988) 389).

P. Fco. Javier Astaburuaga Ossa
Director Proyecto Nasciturus y Niños por la Vida