Tengo 20 años, y quería dar mi opinión acerca del tema de la ley de divorcio. Yo estoy totalmente de acuerdo con ella. He podido leer en otras cartas que la familia es la base de lo que somos, y no podría estar más de acuerdo con ello, pero por esto mismo la base que nos sostiene debe ser sólida. Para mi es preferible equivocarse, pararse y seguir adelante, antes de vivir una mentira fruto de una decisión que pese a que en un momento pareció acertada terminó siendo un error. Todos cometemos errores y no es justo para nuestros hijos estar atados a una familia donde no hay amor.
Por lo general la gente que opina de estos temas son personas mayores, ajenas a mi generación donde gran parte de los padres están separados. Ellos miran las cosas con una distancia propia de sus años, pero desconocen lo que es jugar el rol de hijo el año 2003.
Para mi la clave está en la libertad, si todos aquellos defensores de la "moral y las buenas costumbres" creen que es tan terrible divorciarse bien por ellos, los respeto y no les voy a imponer el disolver su matrimonio, pero me pregunto entonces, ¿por qué ellos si pretenden obligarme a mi a hacer algo que no quiero? ¿Quiénes se creen para decidir por mi?
La decisión de formar una familia es muy importante, y no debe tomarse a la ligera, pero los errores pasan, y por lo que veo en mi gente, es mejor un matrimonio disuelto que uno donde los rencores llenan los espacios de convivencia.
Espero que la gente pueda comprender que lo mejor para ellos no es necesariamente lo mejor para todos, espero que los jóvenes levanten su voz y no permitan que unos pocos se den el lujo de imponernos lo que no deseamos.
Creo en la opinión pero no en la imposición.
Sebastian Pavic
15.636.770-2
Estudiante Universidad Adolfo Ibañez
