La actual directiva de la Feuc ha planteado - ante la prensa y la universidad - una visión crítica a la defensa de la vida por nacer hecha por el Rector UC. Al respecto, cabe señalar que – contrariamente a lo que indica la Feuc - si se han dado instancias de reflexión para un debate informado. Pues, durante el año 2015 siempre se anunciaron y realizaron diálogos, seminarios, paneles y cursos de bioética abiertos a toda la comunidad UC. Asimismo, para aportar a la discusión pública se formó una comisión multidisciplinar que elaboró el documento “Aporte de la UC al debate nacional sobre la despenalización del aborto” ( cf. Centro de Políticas Publicas UC, Temas de la Agenda Pública, Año 9/n°74/ Diciembre 2014) distribuido públicamente en mayo del 2015.
Obviamente, la visión antropológica cristiana informa al documento en su visión y aporte a la sociedad chilena. Y no podría ser de otra manera, toda vez que como Universidad Católica está llamada a plasmar en su reflexión una visión integral de la vida humana. Lo cual significa, respetar la vida de ese alguien que está por nacer en toda su integridad y también a su madre, sean cuales sean las causas del embarazo. Rechazando todo procedimiento que lleve a un aborto directo. Sabiendo que la lex artis médica permite solucionar todos los casos del proyecto de ley y sin la necesidad de legalizar el aborto. Por tanto, acusar al Rector de una visión de familia tradicionalista y conservadora porque defiende los derechos humanos de la madre y del hijo por nacer, respetando la vida de ambos, no se condice con la apertura al diálogo que propone la Feuc, pues descalificar a priori es, justamente, no dialogar. La UC sirve a Chile desde su propia identidad de católica y no puede renunciar a la misma porque estaría traicionando su misión. Y desde esta identidad, invita a todos aquellos que se quieran unir a su proyecto educativo, pues nadie está obligado a estar en la UC.
Pero la UC en su diálogo con las ciencias del saber científico y el derecho, no puede claudicar en la defensa de los derechos humanos de la madre y del hijo por nacer. Este es su aporte especifico a la sociedad y al bien común de Chile, más allá de las ideologías de turno pregoneras de la cultura de la muerte y del descarte. En definitiva, “ en el trato que demos a los más débiles y a los más vulnerables manifestamos con hechos el tipo de sociedad en la que queremos vivir” (cf. Aporte UC al debate nacional, pág. 10). Y los más pobres, entre los pobres, son los que no tienen voz y gritan en silencio por la defensa de su vida desde el vientre de su madre.
P. Fco. Javier Astaburuaga Ossa
Asesor Pastoral - Casa Central UC