La actividad reunió a más de cien personas de las diversas comunidades de la Arquidiócesis, si bien el taller entregó las herramientas tradicionales de cómo realizar el ejercicio espiritual de la Lectio Divina, el Padre Escotorín profundizó en una verdadera pedagogía pastoral centrada en la Biblia.

Aprender y gustar

Las herramientas fueron entregadas para aprender y gustar la Lectio Divina, pero el Padre le impuso un carácter más de animación de toda la acción pastoral en un contexto bíblica, fue vivir una experiencia para poder llevar al encuentro de Jesús por la palabra.

Lo mostrado por el Padre Marcelo fue una entrega de pedagogía vivida, fue hacer entretenida la Palabra de Dios, fue una experiencia del Cristo resucitado en grupo, presente en la Palabra y en la comunidad.

Las conclusiones fueron que uno no interpreta la palabra a “su pinta”, sino, que por las normas de la Iglesia, poder reconocer los peligros y a la vez las cosas buenas. Descubrir en la perspectiva del líder, del pastor y así generar experiencias de escuelas eclesiales que son escuelas de comunión.

Amplitud

El taller entregó una visión mucho más amplia, fue el vivenciar una experiencia dinámica. Fue más que un taller de lectio, fue despertar a la vocación de que la Biblia es la columna vertebral de toda la acción pastoral. Esta entrega se realizó con varios elementos, considerando la ornamentación, el entorno y el lugar. Además se entregaron antecedentes relacionados con Aparecida, sobre la historia de la lectio, datos antropológicos, sin duda todo fue una escuela evangelizadora, inculturada y de comunión.

Fuente: Comunicaciones Antofagasta


Antofagasta, 14-08-2009